La brecha de género sigue siendo un problema crítico a nivel global, como destaca el Foro Económico Mundial en su último informe. Sigue obstaculizando el progreso y limitando las oportunidades de las mujeres en todo el mundo. Pese a que, según datos del Foro Económico Mundial, la paridad de género ha mejorado ligeramente a nivel global con respecto a años anteriores, la mejora sigue siendo muy lenta. Así se observa en todos los segmentos y procesos de la sociedad, incluida la transición tecnológica actual.

Esta transición desempeña un papel fundamental en la mejora de la asistencia sanitaria, la forma en que trabajamos o la lucha contra el cambio climático. Mientras navegamos por ella, son clave las personas que trabajan en materias STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; sin embargo, la representación femenina es muy baja. Aunque en las disciplinas de las ciencias de la vida y la salud hemos alcanzado en cierta medida la paridad en términos de proporción de mano de obra, en la mayoría de los ámbitos, las mujeres están muy rezagadas. El campo de las TI es especialmente preocupante, ya que las tendencias actuales sugieren que las mujeres pueden tardar más de 280 años en alcanzar la igualdad de representación. En conjunto, las mujeres representan sólo el 28% de la mano de obra en STEM.

Comprender las raíces de la brecha de género en STEM

Según PwC, esta infrarrepresentación del talento femenino en la transición tecnológica se ve de forma temprana, emprezando por la escuela y continuando a lo largo de toda la vida. Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Uzbekistán arrojó resultados similares: las niñas suelen desarrollar un interés por las STEM entre los 13 y los 18 años, influidas por las clases escolares, su participación en actividades STEM y su exposición televisiva a las STEM.

Cuando llegan a la universidad, sólo el 30% de las mujeres estudian carreras STEM en el Reino Unido, frente al 52% de los hombres. En la transición a la vida laboral, resulta complicado también retener a las mujeres en puestos STEM, ya que abandonan gradualmente la fuerza laboral STEM a medida que adquieren más experiencia y alcanzan puestos más altos. Esta tendencia constante se ha denominado «leaky pipeline» (tubería con fugas).

Porcentaje de mujeres en STEM en la escuela, la universidad y la primera elección de trabajo. Fuente: PwC UK.

Son muchas las explicaciones que se han buscando para dicha tendencia. PwC sostiene que la escasez de referentes femeninos es una barrera importante, así como la comprensión limitada sobre cómo la tecnología puede permitir a las mujeres cambiar el mundo. Esta opinión está respaldada por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias (AAUW), que sostiene que el miedo a confirmar estereotipos negativos puede repercutir negativamente en el rendimiento y las aspiraciones profesionales, fenómeno conocido como “amenaza de estereotipos”. La exposición a referentes femeninos, según sus investigaciones, puede ayudar a mitigar ese temor.

Sin embargo, las mujeres que deciden seguir en el campo de las ciencias, la tecnología y las matemáticas se encuentran a menudo con un techo de cristal, aunque desde el ámbito experto han introducido un término más nuevo: el peldaño roto. Hace referencia al reto de que supone alcanzar puestos de gestión o intermedios en el sector, lo que aumenta aún más las fugas de la tubería.

Mujeres en STEM (De izquierda a derecha): Zaha Hadid (arquitecta y ganadora del premio Pritzker); Ginny Rometty (ingeniera eléctrica y antigua Directora General de IBM); Rosalind Franklin (química – su trabajo condujo al descubrimiento de la estructura del ADN).

El impacto económico y social de la brecha de género en la transición tecnológica

Algunos de los empleos mejor pagados en la actualidad son en ingeniería e informática, pero las brechas de género impiden a las mujeres acceder a estas oportunidades mejor remuneradas, en comparación con los hombres. El Parlamento Europeo señaló que quienes trabajan en las STEM suelen tener tasas de desempleo más bajas y disfrutan de salarios significativamente más altos. Al excluir a las mujeres de los campos STEM, se reducen sus posibilidades de éxito económico, aumentando su riesgo de pobreza.

Además, las empresas que no contratan activamente a mujeres para puestos tecnológicos limitan su acceso a talento diversa y pierden perspectivas innovadoras. Esta exclusión no sólo ahoga la creatividad y la innovación, sino que también pasa por alto las necesidades y perspectivas específicas de las mujeres, perpetuando los prejuicios históricos. A menudo, las innovaciones se diseñan únicamente con hombres en mente, dejando de lado a una parte importante de la sociedad. En medicina, la mayoría de los fármacos se han probado principalmente en hombres blancos, sin tener en cuenta las posibles diferencias fisiológicas de las mujeres y otras etnias. Del mismo modo, cuando se introdujeron por primera vez los cinturones de seguridad, se diseñaron para ajustarse al cuerpo masculino, lo que provocó la pérdida de vidas entre muchas mujeres, niños y niñas.

Según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), lograr la paridad de género en los campos STEM podría aumentar el PIB per cápita de la UE entre un 2,2 % y un 3,0 % de aquí a 2050, lo que equivale a entre 610.000 y 820.000 millones de euros de beneficios económicos. Los esfuerzos globales a favor de la igualdad de género podrían aumentar el PIB per cápita de la UE entre un 6,1 y un 9,6% de aquí a 2050, lo que equivaldría a entre 1,95 y 3,15 billones de euros. Del mismo modo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también subraya el potencial económico del talento femenino, sugiriendo que la eliminación de las barreras en los campos STEM podría acelerar el crecimiento económico de Japón en un 20%, superando los límites tecnológicos y mejorando el bienestar general de todos los trabajadores japoneses en un 4%.

Impacto en el PIB per cápita de la eliminación de las diferencias de género en STEM. Fuente: Instituto Europeo de la Igualdad de Género

La brecha de género en la tecnología

Los primeros años son cruciales para fomentar la curiosidad y la exploración científica y combatir los estereotipos de género perjudiciales. Para aumentar la representación femenina en STEM y reducir la brecha de género, es esencial invertir en todo el ciclo vital de la mujer, empezando por el desarrollo en la primera infancia y continuando con el aprendizaje escolar.

Según la AAUW, los esfuerzos deben centrarse en cultivar el interés de las niñas por la ciencia y la ingeniería. Esto incluye aumentar la visibilidad de los referentes femeninos tanto para niñas como para niños, hacer hincapié en la falta de diferencias de género en el rendimiento en prácticamente cualquier materia STEM, promover una mentalidad de crecimiento, enseñar sobre las amenazas de los estereotipos, animar a las niñas a reflexionar sobre sus habilidades para uba vocación STEM, y a elegir asignaturas avanzadas en ciencia y tecnología en secundaria.

Del mismo modo, la investigación realizada por el PNUD en Macedonia del Norte sugiere varias estrategias para animar a las niñas a seguir carreras STEM. La puesta en marcha de programas a gran escala para estudiantes de secundaria puede inspirar a las jóvenes a considerar los campos STEM. La organización de eventos de fomento puede impulsar aún más su interés por las materias STEM, mientras que las becas gubernamentales para mujeres en STEM pueden proporcionar un apoyo financiero esencial. El apoyo a oportunidades de mentoría y el fomento de colaboraciones entre instituciones educativas y empresas STEM con el fin de ofrecer prácticas también pueden desempeñar un papel crucial en este camino.

Sin embargo, el apoyo a las mujeres debe ir más allá de estas primeras iniciativas y continuar a lo largo de su trayectoria académica y profesional, garantizando un interés sostenido y mejores oportunidades laborales en la edad adulta.

Para concluir…

…la brecha de género sigue siendo, en conjunto, un problema global, que obstaculiza el progreso y las oportunidades de mujeres de todo el mundo. A pesar de algunos avances en el campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, las diferencias persisten y las mujeres están muy infrarrepresentadas. Los esfuerzos para cerrar esta brecha deben comenzar pronto con inversiones en educación infantil y continuar con un apoyo continuo a lo largo de la carrera profesional de las mujeres. Las iniciativas para fomentar el interés de las niñas por las STEM, proporcionar modelos de referencia y combatir los estereotipos son esenciales para empezar a tapar las grietas en la tubería.

Cerrar la brecha en esta transición no sólo promoverá el crecimiento económico, como destacan instituciones como el EIGE y el FMI, sino que también fomentará la innovación y el avance de la sociedad. Alcanzar la paridad de género en la tecnología no es sólo una cuestión de justicia, sino un imperativo estratégico para crear un futuro más inclusivo y próspero.


Imagen ilustrativa: Louis Reed, Unsplash