El planeta se encuentra en una situación de transformación e incertidumbre a escala global. El cambio climático, la transformación energética, y los cambios sociales y económicos que estas transformaciones conllevan generan diferentes riesgos tanto en las ciudades y como en la ciudadanía. La búsqueda de soluciones para enfrentar esta situación se convierte por tanto en una tarea imprescindible para salvaguardar nuestro entorno y la calidad de vida de las personas.

La aplicación de las nuevas tecnologías en la búsqueda de estas soluciones juega un papel clave, dando un soporte virtual que facilita la generación, recolección, interpretación, puesta en valor y difusión de la información.

Tradicionalmente, las tecnologías de representación espacial se han limitado, en muchos casos, a una representación gráfica y estática de la información, que, aun siendo de gran utilidad divulgativa, se queda pequeña en comparación con los retos a los que se han de enfrentar las ciudades en su transformación urbanística. La complejidad requerida tanto técnica como de esfuerzo para realizar modelos dinámicos y simuladores que aportasen información actualizable y con resultados dinámicos en base a las condiciones iniciales, era excesiva.

Sin embargo, el avance de las tecnologías de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y los softwares de análisis estadístico, han dado un paso más allá y han incluido funcionalidades que permiten llevar los resultados estáticos de una visualización gráfica como un mapa, a visualizaciones dinámicas online en las que es posible seleccionar las variables de interés, navegar a través de un simulador de la ciudad en 3D y modificar las condiciones de inicio para simular el impacto de las medidas de adaptación a implantar.

Estas herramientas digitales, ahora accesibles a un mayor número de entes, tanto públicos como privados, permiten generar simulaciones y previsiones del impacto de las medidas de adaptación, estimaciones de las necesidades de una ciudad, representaciones a tiempo real y un número enorme de posibilidades. Por ejemplo, es posible estimar el aumento de superficie verde y arbolado necesario en una ciudad para cumplir con los estándares propuestos por Europa y organizaciones internacionales de la salud como la OMS y medir el impacto que tendría esta naturalización de la ciudad en el descenso de las temperaturas dentro de la zona urbana.

Desde Naider, hemos estado trabajando con diferentes administraciones en la implantación de estas herramientas con el fin de lograr un entorno urbano más verde, amable con la ciudadanía y adaptado a los retos a los que las ciudades y territorios van a tener que enfrentarse en un futuro ya no tan lejano.