RIMG0328“De las 13 ciudades con el mismo nombre que han participado en el concurso para ser la Springfield de los Simpson, la elegida ha sido la candidata de Vermont. ¿Pensáis que eso puede ser bueno para la ciudad?”. Los asistentes se miran en silencio, entre curiosos y dubitativos, aunque la mayoría lo tiene claro y asiente. El ponente se inclina sobre el atril – “¿Qué si es bueno?” y susurra remarcando cada una de las palabras “Les-ha-tocado-la-lotería”.

Sucedió en el transcurso de una de las ponencias desarrolladas en el contexto del curso de verano: モNuevas políticas e instrumentos para el desarrollo regional y localヤ, organizado por la UPV y dirigido y coordinado por la Dirección de Economía y Planificación del Gobierno Vasco, y surgió como anécdota para reforzar con un ejemplo la necesidad de que los entornos locales establezcan los instrumentos y los medios necesarios que les permitan aprovechar todas las oportunidades para fomentar su desarrollo y la cohesión con los nodos de su entorno.

 

El curso, organizado en varias sesiones durante tres días, comenzó estableciendo las bases y el marco para posibilitar un desarrollo local satisfactorio. En este punto se repasaron los principales retos a los que hacer frente: la necesidad de una mayor cohesión entre las regiones, el cambio climático, la globalización, el envejecimiento de la población, y el encarecimiento de las fuentes energéticas entre otros. También se ensalzó el protagonismo de lo local como emplazamiento estratégico de las raíces de la competitividad y la necesidad de establecer las bases de la competencia en el conocimiento para convertir a nuestra vieja Europa en un líder innovador mundial.

 

Una vez definido el marco de actuación, se plantearon modelos y propuestas de desarrollo, todas ellas marcadas por la importancia de fomentar las interrelaciones entre los agentes y la asignación óptima de los recursos existentes. Se incidió especialmente en la necesidad de plantear estrategias orientadas a un desarrollo humano sostenible que integre las dimensiones económica, social, medioambiental e institucional, y con una clara visión de futuro.

 

Entre los instrumentos orientados al desarrollo local se incidió especialmente en los observatorios como herramienta de gestión estratégica para la toma de decisiones, presentando ejemplos concretos (Observatorio de Desarrollo Regional de Cataluña) y debatiendo su papel como lugares de encuentro y gobernanza en una mesa redonda en la que participó como ponente nuestro compañero de NAIDER Iñaki Barredo.

 

Por último, el análisis de los indicadores como herramienta de evaluación de la competitividad local, y el papel de las ciudades como elementos estratégicos en el desarrollo local y regional pusieron de manifiesto las necesidades de mejorar de una forma continua el tratamiento de la información disponible y de establecer los mecanismos que permitan aprovechar todas las oportunidades que ofrece el entorno para convertir a los núcleos locales en el embrión de una comunidad cohesionada, innovadora y plenamente competitiva en el contexto global.