3109348095_d37a7e8dd0Euskadi quiere ser un referente en innovación en Europa por que es la vía elegida para avanzar en la construcción de una sociedad avanzada, activa, emprendedora, vanguardista, equilibrada y sostenible Seguramente no tenemos una medida objetiva del alcance de esta afirmación, pero a pesar de ello su contenido es altamente clarificador. Pasar de la situación actual a otra en la que países y regiones más avanzados de Europa nos miran como modelo y referencia significa, sin ningún género de dudas, dar un gran salto cualitativo y cuantitativo en la forma en la que hacemos las cosas.
Cuando se postula inicialmente esta visión, Euskadi crecía a buen ritmo y ni siquiera se vislumbraba la singular crisis que en la actualidad hace tambalear los cimientos del sistema financiero mundial y amenaza con una grave situación que algunos economistas comparan con la gran depresión de los años 30. Si el planteamiento suponía un enorme desafío en época de モvacas gordasヤ a nadie se le escapa que apostar por la innovación en la situación actual será muchísimo más complicado.
Sin embargo, la apuesta social por la innovación cobra ahora, precisamente por la dificultad, mucho más sentido y será realmente ahora cuando podamos evaluar la solidez del planteamiento. Sin duda, al primer agente que le toca dar la talla es al Gobierno Vasco que tendrá que demostrar que, a pesar de la menor recaudación, es capaz de mantener o incluso incrementar el presupuesto destinado a la promoción de la innovación, dando ejemplo y, seguramente, compensando coyunturalmente la aportación privada.
Sin conocer todavía los detalles del acuerdo alcanzado para la transferencia de las competencias de I+D+i, resulta evidente que se trata de una magnífica oportunidad ya que debe permitir inyectar más recursos en el sistema y reforzar así la política de innovación apuntalando los grandes retos del sistema vasco de ciencia tecnología e innovación.
En primer lugar, tenemos que reforzar la generación de conocimiento y sentar las bases para que en la próxima década Euskadi cuente con un sistema universitario que rivalice con los más punteros de Europa y esto pasa, por supuesto, por más fondos y más dinero público para nuestras universidades, pero también por un cambio de modelo con reformas estructurales profundas que faciliten la sana competencia entre los centros universitarios públicos y privados para la captación de estudiantes, profesores e investigadores, el diseño de un nuevo sistema institucional, la apuesta decidida por la investigación de excelencia, un mayor acercamiento de la comunidad universitaria a los retos sociales de convivencia, competitividad y sostenibilidad y la apertura a nuevos sistemas de financiación con mayor peso del sector privado y la comercialización de los resultados de investigación.
En segundo lugar, tenemos que aprovechar al máximo la red vasca de centros tecnológicos avanzando en el fortalecimiento de las plataformas tecnológicas para reforzar las masas críticas de investigación tecnológica y aspirar a situarse entre los líderes del continente en este campo, rivalizando con ellos en la creación y transferencia de tecnología con elevados niveles de aplicación empresarial y en la creación de spin-offs de gran alcance que sean el germen de la necesaria diversificación del tejido empresarial vasco.
Finalmente, la innovación precisa un gran cambio de mentalidad y de valores sociales e individuales  que sólo será factible con un acompañamiento integral a la empresa y muy en particular a las más pequeñas en sus itinerarios personalizados de innovación, Y en este camino no queda otra que oír a las empresas, aprovechar el mercado y contar activamente con las capacidades disponibles en el sector de servicios avanzados que tiene que adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos.
Asistimos a un cambio estructural del conjunto de equilibrios entre las distintas fuerzas políticas, sociales y económicas a nivel mundial. Nuestro tamaño limita claramente las posibilidades que tenemos de liderar soluciones a la crisis global que nos afecta, pero seremos dueños de nuestro futuro, en la medida que seamos capaces de especializar progresivamente nuestro sistema productivo en actividades económicas basadas en la capacidad de generar y aplicar conocimiento. Sin duda, vienen tiempos duros para nuestras empresas, pero si Euskadi quiere ser referente en innovación, no queda más remedio que apretar el acelerador durante la crisis para demostrarnos a nosotros mismos que sí podemos ser el referente en innovación y, también para estar bien posicionados cuando volvamos a un ciclo económico más favorable.