images_7Recientemente, hablando con un amigo y colaborador, departíamos sobre la dura realidad de nuestro sector, el TIC, en el mercado español, y de cómo el mundo de las pequeñas empresas TIC en España se estaba deteriorando progresivamente: bajísimos salarios, proyectos con exiguos presupuestos, grandísimas exigencias de los clientes, lentitud en los pagos… vamos, el mundo ideal.

Es cierto, la crisis también ha llegado  a este mundo. Tenemos suerte porque a diferencia de otros sectores aquí hay trabajo pero, la verdad, muy mal pagado. Como empresa tienes sólo una opción: buscar un producto muy replicable y sacarle economías de escala. Y esto es  algo que en el mundo del software esto no es sencillo. Primero, porque compites con gigantes y, segundo, porque en España no hay el sistema inversor necesario para hacerlo.

Volviendo al tema que me ocupa aquí: la precarización del trabajo en la PYME TIC es innegable. Y esta precarización lleva a la destrucción de miles de puestos de empleo estables, el cierre de miles de empresas y la aparición con fuerza de una figura que va tomando cada vez más y más fuerza: el free-lance. El free-lance en este mundo es una persona que trabaja doce horas al día haciendo proyectos de cientos de euros para poder llegar a fin de mes. Esto es así salvo contadas excepciones.

Esto es lo que mi amigo llamaba la economía MAD MAX. Estamos viendo cómo las empresas con estructuras y plantilla van desapareciendo por la imposibilidad de mantener unos costes fijos. Como mi amigo me decía, en la popular película MAD MAX los grupos grandes de personas se acababan matándose los unos a los otros. Y, como en MAD MAX, sólo sobreviven los llaneros solitarios que con una moto y un traje de cuero no necesitan mucho más que gasolina, algo de comida y agua. Nuestro joven Mel Gibson es aquí típicamente un treintañero informático, su moto es un portátil y en vez de surcar los desiertos programa noche y día.

En este dramático escenario parece que muchos de nuestros políticos incluso fomentan este tipo de economía. Por ejemplo, buscan soluciones al desempleo en reducciones de las cargas de los autónomos y medidas similares. Me parece bien pero ¿alguien cree de verdad que supone alguna diferencia que un autónomo de menos de 30 años se ahorre poco más de mil euros al constituirse como empresa? Si esto vale para algo será solamente para fomentar la economía MAD MAX. Desde luego, que nadie se engañe, el autoempleo, al menos en este sector, no es ninguna ganga.

Parece que la economía MAD MAX ha llegado a España para quedarse. No la hemos inventado nosotros. La economía MAD MAX existe desde hace cientos de años en los países en vías en desarrollo  donde la mayor parte de la actividad se hace de forma informal y el trabajo es ocasional. La política de fomento del empleo en España, a falta de mejores ideas, apuesta por un desarrollo post-cataclismo. Al que no le guste que vaya preparando las maletas…