Estonia, el país báltico con menos de 1,5 millones de habitantes, se ha posicionado desde hace tiempo como país líder europeo en innovación digital, destacando su apuesta por la digitalización de la gobernanza y los servicios públicos. La co-creación de proyectos de innovación llega también a las aulas de las escuelas estonias a través de la metodología participativa EDULAB.

La metodología o modelo EDULAB, puesta en marcha en 2017, tiene como objetivo establecer y reforzar el ecosistema de cooperación entre las universidades y escuelas de Estonia para mejorar la continuidad y la transferencia de las innovaciones educativas que florecen. Este proceso se enmarca bajo una estructura de gobernanza conocida como “Living Lab” y busca generar un ecosistema (docentes, investigadores y otros agentes de interés ) que promueva la innovación educativa continua basada en evidencia a través del intercambio de ideas, el aprendizaje, la co-creación y la evaluación de prácticas novedosas en el aula. El profesorado escolar participa desde fases iniciales junto con el sistema universitario en la creación e investigación de nuevos instrumentos educativos. Basándose en el The Knowledge Appropriation Model”, la universidad y el resto de agentes educativos colaboran de forma estrecha en la creación, transferencia y escalabilidad de las practicas desarrolladas como consecuencia de la innovación educativa. 

Con el fin de generar un ecosistema educativo de colaboración innovador, la metodología EDULAB se basa en cuatro fases donde las universidades trabajan junto con el profesorado en el proceso de generación de conocimiento.

  1. Fase de desarrollo. Profesores universitarios e investigadores, co-crean métodos educativos innovadores junto con el profesorado y otros agentes escolares de interés. Observando experiencias internacionales, visitas o investigaciones, se identifican o surgen las nuevas ideas y metodologías educativas.
  2. Fase de investigación. Reúne a los profesores y estudiantes para probar el método innovador junto con la universidad. Junto con los investigadores universitarios, el profesorado organiza un clase, temario etc. basada en el uso del método innovador. Las lecciones son monitoreadas por investigadores, quienes recopilan comentarios directos de los participantes a través de entrevistas o cuestionarios cortos.
  3. Fase de expansión y difusión. Se intenta aplicar la innovación en la actividad escolar diaria. El ámbito universitario recoge datos del profesorado y alumnado para su análisis y poder evaluar el impacto de una metodología o enfoque a lo largo del tiempo. En esta fase, los investigadores universitarios apoyan al profesorado con conocimiento y a su vez reciben feedback de los mismos. El conocimiento se transmite a través de los laboratorios de innovación, que funciona como un módulo de formación para toda la escuela o como un curso de formación para equipos de profesores de diferentes escuelas. La duración del laboratorio de innovación suele ser de un trimestre, un semestre o un año.
  4. Apropiación del conocimiento. La innovación educativa es una práctica continua en el centro. Los investigadores ya no se centran en la evaluación y el desempeño en el aula y los procesos de innovación funcionan de forma mas fluida.

Se trata de una iniciativa interesante para tomar como ejemplo con el fin de crear y compartir conocimiento innovador en relación a nuevas prácticas, todo ello a través de la co-creación y participación de diversos agentes. Esta metodología también puede suponer un oportunidad para el profesorado investigador, permitiéndoles innovar con nuevas prácticas y apoyando los procesos de puesta en marcha e implementación de las mismas.