Las bicicletas eléctricas cada vez están teniendo más protagonismo en el mercado. Los no amantes del deporte o que justifican el utilizar el coche para no llegar sudado al trabajo, ya no tienen excusa. A diferencia de las motocicletas que solamente se propulsan por el motor, en las bicicletas eléctricas además de pedalear se ayuda mediante la propulsión de un motor eléctrico. ¿Cuantas veces habremos escuchado que en ciudades con grandes pendientes es imposible circular en bici? Una de las funciones del motor eléctrico es evitar estos problemas, propulsándonos cuando toca subir una cuesta.
A pesar de que las bicis eléctricas existen desde finales de 1990, las tiendas las han ido incorporando muy poco a poco. Sobre todo en Estados Unidos, donde las ventas de este tipo de bicicletas son muy bajas. Según The Guardian, Pizzi, el CEO de la principal empresa de e-bikes de EE.UU. Currie Technologies, espera que esto cambie y las ventas aumenten en los próximos años.
Por ahora el principal comprador de este tipo de vehículos son los chinos, de acuerdo con el estudio realizado por Navigant Research. Le siguen algunos países europeos como Holanda, Suiza o Alemania donde los repartidores de correo las utilizan.
Marcas como Trek, Specialized o BMW ya ofrecen este tipo de modelos y dejan atrás la costumbre de marcas clásicas de no incorporar estos mecanismos a sus bicicletas. El problema principal está en el precio de estas bicicletas que para conseguir una medianamente decente, hay que gastarse más de 1.000 dólares. Lo que hace que solo sea asequible para gente capaz de permitírselo y sin tener en cuenta el mantenimiento que conllevaría.
Más preocupante es que los países donde más se utilizan estas bicicletas son países llanos en los que la cultura de la bicicleta ya está implantada. Lo ideal sería que esta forma de moverse por las grandes urbes fuera implantada en ciudades y países con más pendiente donde el movimiento con bicicletas convencionales es más difícil. No solo eso, prohibiciones de bicicletas eléctricas en ciudades como Nueva York dificultan las cosas. La verdad que el invento es innovador y sostenible pero se necesita un consenso y que todo el mundo rememos en la misma dirección para que se adapten correctamente. Se podría empezar por construir más carriles bici e infraestructuras donde estacionarlas. Suena simple, pero a día de hoy no se facilita la circulación en bici en la gran mayoría de ciudades. A pesar de todo, las empresas fabricantes se muestran optimistas al respecto y esperan hacer frente a los obstáculos.