Tras el premio Nobel de la Paz recibido en el año 2007, los últimos años se han convertido en un pequeño infierno para elPanel Intergubernamental de Cambio Climático. En las últimas fechas, está perdiendo parte de su credibidilidad científica, debido principalmente al denominadoClimategate y unos errores en la medición del hielo presente en los glaciares.
Ambos “escándalos”, como se han apresurado a denominarlos los escépticos del cambio climático, han hecho más daño a la imagen del IPCC del que su presidente R. Pachauri podía haber imaginado. Realmente no deberían pasar de pequeñas anécdotas, que no lo son tanto para sus protagonistas, que es normal que ocurran en la recopilación de más de 5 años de información relativa al cambio climático a nivel mundial. No obstante, aunque la mayoría de las voces críticas tengan como objetivo los datos obtenidos, existen científicos que empiezan a dudar del verdadero cometido de este panel.
Los informes que han realizado hasta la fecha, son un referente mundial en materia de cambio climático, pero no son politicamente preceptivos, y se dejan en el tintero muchas evidencias e informes que no han superado la criba realizada por los políticos responsables.
¿Debería el IPCC continuar como hasta ahora, realizando interminables con el objetivo de coordinar tanto a científicos y como representantes políticos para conseguir una declaración común?
¿Debería publicar un informe (de dificil digestión para la mayoría de los humanos) cada seis años con toda la informacion relevante sobre el cambio climático y un resumen sobre las directrices a seguir por los políticos (que ninguno cumple, pero es más fácil de leer)?
El panel lo forman científicos pero los interminables procesos que determinan las publicaciones las comienzan los políticos, y antes de que salga a la luz cualquier “Resumen ejecutivo”, este es revisado frase a frase por políticos que representan a todos los países. Así, se consigue un documento que es aceptado por todos los países, pero que puede no contener todas las advertencias, matices, informaciones y datos que un informe científico debería disponer.
Como se apunta en este artículo, el sistema actual de publicación de los informes corre riesgo de fosilización y el Panel debe empezar a cambiar sus lentos movimientos al convulso y flexible siglo XXI. Una wikipedia climática actualizada mensualmente, puede ser una posible solución, aunque son muchos los cambios necesarios.
Pero el tema de las publicaciones no es el único punto débil al que debe hacer frente el IPCC. Desde su fundación en 1988, como organo consultivo para los gobiernos en materia de cambio climático, su labor ha cambiado mucho, y muchos se empiezan a preguntar cuál debería de ser su labor a partir de ahora, y más tras el fracaso de sus avisos y llamadas a la acción en Copenhague.
Dada su especial forma de organización dinosáurica, en equilibrio entre lo político y lo científico, el IPPC deberá buscar su lugar, tanto en los círculos políticos mundiales, como en los círculos científicos, para poder trasladarde forma correcta la visión de la ciencia a la acción política; si quiere evitar su extinción en un futuro cercano. No va a ser fácil de conseguir, y menos con el presupuesto que dispone, que no llega a los 4.2 millones de euros; pero tiene la responsabilidad de trabajar en ello en los siguientes años; cruciales en la lucha contra el cambio climático y su propia existencia.
Foto: Topiarisaurus de dougww en Flickr
Actualizando:
Parece ser que existe un nuevo error respecto al aumento del nivel del mar en Holanda, se puede ver aquí.
Una visión global de los problemas que ha tenido el IPCC y los ataques de los escépticos en Science: aquí