La NASA ha lanzado un satélite al espacio que es capaz de rastrear el agua que hay en el fango que chapotea bajo nuestros pies al igual que otras formas de agua existentes (océanos, hielo…). El nombre de la misión, que comenzó el 31 de enero con el lanzamiento del satélite,  es SMAP (Soil Moisture Active Passive).

Gracias a este avance los investigadores y los responsables de tomar las decisiones poseerán mayor información acerca de cómo funciona el planeta. Permitirá conocer el estado de la humedad del suelo y será utilizable tanto para realizar predicciones como para detectar catástrofes como las inundaciones o las sequías.

Pero no solo eso, como cualidad que le diferencia del resto de técnicas encontramos que puede reconocer en un rango de 3 kilómetros de ancho el estado del agua en el fango, ya sea congelado o líquido. Informara de la duración de las estaciones del año y la situación de las emisiones de carbono, mejorando así nuestro conocimiento acerca del cambio climático. Sin duda un gran avance que nos preguntamos si en un futuro podrá ser utilizado para ver si hay agua en otros planetas.