La evolución del mercado de trabajo, con un gran número de empleos en peligro de ser automatizados, y de las brechas socioeconómicas, hacen que el interés por la idea de una renta básica universal esté en aumento, y los experimentos sociales que se están anunciado en diversas localizaciones concitan la atención mundial. Si hace unas semanas hablábamos de la prueba piloto de ingresos básicos universales que se va a poner en marcha en la provincia canadiense de Ontario, hoy conocemos los detalles del experimento de renta básica incondicional que el gobierno finés ya ha iniciado este mes de enero. Finlandia se ha convertido en el primer país europeo en ensayar un salario mensual incondicional para los desempleados: unos ingresos de 560 euros/mes que los ciudadanos agraciados seguirán cobrando aunque encuentren un empleo.
Según detalla The Guardian, 2.000 personas en desempleo, de entre 25 y 58 años, han sido escogidas aleatoriamente para formar parte de la prueba piloto. La seguridad social sustituirá sus prestaciones actuales por la renta mensual de 560 euros, libres de impuestos. La idea es que los participantes no pierdan estos ingresos aunque se pasen al autoempleo o encuentren trabajos temporales: con el sistema actual, los bajos ingresos de un empleo esporádico o de un trabajo por cuenta propia pueden no salir a cuenta para renunciar a los subsidios. La seguridad social finesa pretende, con este nuevo planteamiento, reducir la burocracia e incluso ahorrar a largo plazo los costes de mantener el sistema de subsidios actual, erradicar la pobreza, y en especial, disminuir el desempleo, actualmente del 8,1% en el país nórdico.
Con los datos de las 2.000 personas beneficiarias y de otros 173.000 ciudadanos no participantes de perfil socioeconómico similar, las autoridades finesas quieren comprobar las repercusiones de este salario incondicional. En función de los resultados, la intención del gobierno finés es expandir el salario básico incondicional a todos los ciudadanos adultos, independientemente de su situación laboral o de su nivel de ingresos, a partir de 2018.