
El Parlamento Finés aprobó el 25 de mayo un nuevo Decreto del Cambio Climático que vincula legalmente al país a ser carbono neutrales para 2035, y de manera más ambiciosa, a ser carbono negativos para 2040. La nueva ley también actualiza los objetivos de reducción de emisiones: 60% de reducción para 2030, y 80% para 2040, con respecto a los niveles registrados en 1990.
El compromiso con la negatividad en carbono obligará a Finlandia a combinar dichas reducciones con medidas para absorber CO2, apuntando en particular a la gestión de la importante masa forestal del territorio. No obstante, un reciente informe señalaba de forma preocupante que el último año el sector del uso de la tierra había sido por primera vez emisor, en lugar de almacén de CO2. Además, el país aún depende de combustibles fósiles para abastecerse de energía.
El nuevo marco legal sitúa al país nórdico en cabeza mundial en cuanto a ambición climática con vinculación legal, muy por delante de los objetivos comunitarios en la UE para 2050.
Los objetivos del decreto se basaron en un análisis científico realizado por el Panel Finés para el Cambio Climático que ha tomado en consideración la contribución justa del país en el presupuesto de carbono del planeta para limitar la subida de temperaturas por debajo de 1,5ºC.