Hace un tiempo ya comentamos unas líneas sobre el informe MAKCi; como la valoración era un poco superficial y me apetecía entrar en algún detalle sobre qué es eso del Sistema de Capitales aplicado a la gestión urbana y a la aplicación de estrategias de ciudad del conocimiento, he leído estos últimos días el libro Knowledge cities. Approaches, experiencies and perspectives, publicado por Elsevier y editado por Francisco Javier Carrillo, del World Capital Institute y delCenter for Knowledge Systems. El libro también se encuentradiponible en Google Books.
He de decir que lo primero que llama la atención es la propia portada del libro, que recoge una fotografía del Museo Guggenheim de Bilbao con un alto contenido simbólico. ¿El conocimiento era esto? ¿El Guggenheim? ¿El
efecto Guggenheim? ¿Bilbao como exponente mundial? A veces no somos suficientemente conscientes de lo cerca que está del imaginario mundial este museo como símbolo de modernidad, de regeneración, de gestión urbana, con sus luces y sus sombras pero como un hito ineludible en los estudios urbanos.
La primera parte del libro (Approaches) sirve para ordenar algunas ideas o para encuadrarlas bien al menos, respecto a algunos términos y algunas formas de conceptuar la gestión del conocimiento urbano, como una aplicación específica de la teoría más general del Desarrollo basado en el conocimiento (
Knowledge based development). En lo que algunos han llamado el Siglo de la Ciudad y otros el
Siglo del Conocimiento, muchas son las ciudades que se han autobautizado como Ciudades del Conocimiento, y otras son señaladas por los expertos como merecedoras de tal distinción. Barcelona, Estocolmo, Delft, Munich, Montreal, Dublín, Toronto,….Con diferentes fórmulas (desde Technopolis hasta Knowledge cities, pasando por Learning city, Knowledge society o Intelligent city) y cada una queriendo poner el matiz en un punto y en otro, es claro que se trata de un nuevo paradigma de la gestión urbana. El capítulo 4, redactado por el propio editor del libro, es una buena síntesis de los contenidos de ese
sistema de capitales, una buena forma de entender los sustratos conceptuales del conocimiento y su aplicación a la empresa, a la economía y a las ciudades. En el caso de este libro, se recogen diferentes enfoques, aunque domina el Modelo de Sistema de Capitales –dado que el editor y algunos de los autores forman parte activa del World Capital Institute, que es la organización que promueve este modelo- como metodología para la definición de estrategias de conocimiento urbano. Las versiones de este sistema van desde estructuras muy generales hasta otras con un nivel de desagregación mucho mayor, pero una de las más sencillas sería esta:METACAPITALESReferencial Identidad: claridad y diferenciaciónArticulación Relacional: cohesión interna y externa Financiero: viabilidad económica a largo plazo
CAPITAL HUMANO Base individual Salud: herencia biológica y desarrollo físico Educación: perfil de madurez y competencia Base colectiva Culturas vivas: patrimonio sociocultural Capacidades evolutivas: viabilidad sociocultural
CAPITAL INSTRUMENTAL Tangible Natural: patrimonio geográfico Artificial: patrimonio infraestructural Intangible Memoria social documental Memoria social digital
La parte más interesante del libro es la relativa a las experiencias, al menos como repositorio de casos de aplicación del concepto de Ciudad del Conocimiento a escenarios concretos. El caso de Singapur, por ejemplo, realiza una contextualización que me ha servido para entender que algunas de las sospechas de los posts que escribí sobre la ciudad (aquí y aquí) estaban en el buen camino. Posteriormente, se analizan los casos de Bilbao –sin quedar muy clara la apuesta por el conocimiento, por otra parte- Holon (Israel) y Greater Manchester, revisada bajo el concepto deUniverCities para destacar el papel fundamental del sistema universitario en su caso concreto . También aparece en el libro el caso de Greater Phoenix, con una explicación curiosa, al ser una estrategia de conocimiento basada en la no estrategia, como sería el caso de Singapur, sino en el desarrollo de proyectos en forma de centros de atracción y generación de conocimiento (de innovación y tecnología, de empresa, de turismo, de construcción y medio ambiente, de participación ciudadana, de nueva ciudadanía, de transformación de la educación, de gerontología y de futuro). Por otro lado, el caso de Monterrey es una aplicación en detalle del Sistema de Capitales descrito en el capítulo 4, bajo el paraguas de “Monterrey: International City of Knowledge”, uno de los cinco pilares de la estrategia de Nuevo León. Como últimas experiencias, el libro revisa los casos de Rijeka en la aplicación de criterios de Capital Intelectual en la gestión administrativa, y deChristiania como modelo contracultural de aplicación del conocimiento y revisado bajo los parámetros de una metodología concreta, Grid of Reading.
Por último, el capítulo final ofrece un buen panorama de tipologías o categorías de ciudades (centros nacionales, centros regionales; grandes, medianas y pequeñas ciudades; ciudades militares y ciudades universitarias como ejemplos de ciudades de monocultivo productivo; etc), y otros conceptos como micropolis, ciudad-región, red de ciudades, subcities, intracities, ciudad dentro de la ciudad (el mismo caso de Christiannia), Ciudad-Estado o Estado dentro de la ciudad (cmo el Vaticano). Y se cierra con una reflexión sobre las utopías urbanas y el futuro de la ciudad con diferentes referencias sobre proyectos de investigación relacionados con ello:
Hasta aquí llega la revisión de los contenidos del libro; en otro momento, profundizamos en cómo abordar el conocimiento en la gestión urbana en ciudades de tamaño medio, cómo sistematizar modelos de gestión sin que supongan uniformización de criterios, qué tipo de indicadores, qué proyectos, etc. Esa es otra guerra.
Nota final: tanto hablar de conocimiento, y en todo el libro no he leído ni una sola palabra sobre qué conocimiento y bajo qué sistema de protección y liberación. ¿Conocimiento basado en la propiedad intelectual y en las patentes? ¿Paradigma del conocimiento libre y común? Una pregunta que, como otras veces, se me escapa por completo y sea posiblemente irrelevante, pero que quizá merezca la pena dejar apuntada aquí para otro momento.
Ciudades a escala humana