El Test de Estrés Climático del Banco Central Europeo revela que los bancos de la zona euro no dan suficiente peso a los riesgos climáticos en sus modelos de estrés.
El Banco Central Europeo (BCE) publicó el 8 de julio el Test de Estrés Climático de 2022, documento que busca evaluar el nivel de preparación de los agentes y supervisores del sistema bancario ante los riesgos climáticos. Aunque el informe apunta a algunos progresos desde 2020, el test detecta múltiples deficiencias en los modelos internos de estrés de los bancos europeos.
Hasta 104 bancos de la Eurozona participaron en el test, que se compuso de tres módulos: la capacidad propia de testado de estrés climático, la dependencia de sectores emisores de carbono, y su comportamiento bajo distintos escenarios y durante diferentes horizontes temporales.
Los resultados del primer módulo muestran que tan solo el 20% de los bancos considera factores climáticos a la hora de conceder créditos.
En el segundo módulo, se detecta que casi dos tercios de los ingresos de los bancos procedentes de clientes corporativos no financieros proceden de industrias intensivas en emisión de gases de efecto invernadero.
Por último, los resultados del tercer módulo, que se limitaron a 41 bancos grandes, muestra que una transición ecológica ordenada se traduciría en menores pérdidas, aunque se manifiesta que los bancos carecen de una estrategia sólida más allá de una tendencia a reducir la exposición a los sectores más contaminantes y a apoyar empresas que emiten menos.