Las facturas de la electricidad traen de cabeza a muchas familias, más aún si fuésemos conscientes de que pagamos más de lo que consumimos. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima entre el 89 y 92% la cantidad de energía empleada por los clientes de la que tienen contratada.
Al parecer, el problema no son los kilovatios consumidos si no la potencia que se tiene contratada, potencia que se paga aunque no se utilice. Por ello, la CNMC recomienda reducir la potencia contratada a la par que aconseja realizar un uso más responsable y eficiente de los aparatos electrónicos domésticos. Aún así, el alto precio pagado por los consumidores no solo es debido al tipo de contrato que tienen, gran parte de culpa de que estas facturas tiendan a engordar se debe a la parte fija del recibo, lo que más ha subido de la factura de la luz en los últimos años.