Las islas de plástico son, tal y como su nombre dice, enormes áreas del océano en las que se acumulan grandes cantidades de residuos no biodegradables, como basura y material de pesca. La principal causa de este fenómeno son las corrientes marinas y los vientos, que arrastran la basura acumulándola y agrupándola hasta formar las islas plásticas.
Pero si hay algo seguro, es que el origen de este fenómeno se encuentra en las actuaciones irresponsables del ser humano: no reciclar, los vertidos ilegales de residuos (sobre todo en los países con mayor nivel de industrialización), no cuidar de las playas, la contaminación de los ríos (que termina en mares y océanos), los barcos… Estas islas se forman como consecuencia de las corrientes marinas y los giros oceánicos, que arrastran y acumulan la basura. El viento, la fuerza de las olas, el sol… van desintegrando todos estos residuos, y así es como se crean los microplásticos. Estas pequeñas piezas de plástico se juntan en la superficie y en el fondo marino, perjudicando la vida marina a grandes niveles.
La primera isla de plástico fue descubierta en 1997 en el Océano Pacífico por Charles Moore (oceanógrafo y capitán de barco), aunque este fenómeno ya había sido predecido desde 1988 en unos estudios de The National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). A partir de este momento, este problema no ha hecho más que crecer; en la actualidad, existen documentadas un total de 5 islas plásticas, además de otras más pequeñas repartidas por nuestros océanos (se han descubierto varias en el Mar Mediterráneo).
Mientras que no somos capaces de ver de forma directa las consecuencias de este problema, éstas preocupan a la humanidad por su gravedad. Las islas de plástico afectan directamente a todo el planeta: contaminando el agua de los océanos, dañando la flora y fauna y, siguiendo la cadena alimenticia, perjudicando al ser humano; provocando el riesgo de extinción de muchas especies, por la ingesta de plástico, por ejemplo; dificultando la pesca y provocando la falta de alimentos en algunas comunidades pesqueras.
Por suerte, este problema tiene soluciones, que consisten principalmente en la disminución de la producción de plásticos y su recogida. Entre estas soluciones, se encuentran la prohibición del consumo de plásticos de un solo uso en Europa, así como la creación de diferentes proyectos de limpieza de desechos. Son destacables The Ocean Cleanup (proyecto que consiste en la recogida de basura de la isla que se encuentra en el Pacífico) y Gravity Wave (iniciativa española que recoge y transforma redes de pesca en el mar Mediterráneo), entre otras.
Además de las mencionadas, todas y todos los habitantes del planeta podemos colaborar fácilmente reduciendo el uso de productos de plástico, reciclando, reutilizando o no contaminando las playas. Queda en nuestras manos cuidar de nuestro planeta, de nuestro hogar.
Patricia Laucirica
Graduanda en ADE
NAIDER