Las razones medioambientales por las que se debe fomentar el uso de la bicicleta frente al coche como medio de transporte urbano están bien claras, en cuanto a reducción de emisiones de CO2 y descongestión del tráfico, pero resulta obvio también que existen razones de calidad de vida de las personas – que pueden redundar positivamente en la actividad de las empresas en las que trabajan.

 

Un estudio llevado a cabo por la Calming Technology Lab de la Universidad de Stanford, que monitorizó las constantes vitales de 1.000 ciclistas en 20.000 desplazamientos, concluye que quienes acuden al trabajo en bicicleta tienen un 40% de probabilidades de estar estresados durante la primera hora de trabajo que los compañeros que llegaron en coche o transporte público.