Tras muchas décadas sin involucrarse en la problemática medioambiental contemporánea, la Iglesia Católica saltó al centro del debate con la Encíclica “Laudato si Francisco” del actual papa. Para la redacción de a encíclica, el papa se rodeó de opiniones expertas y la más completa evidencia científica. Sus conclusiones son claras y van en la línea de sensibilizar sobre el desafío del cambio climático al tiempo que evidencia el propio vacío de la Iglesia en la incorporación de soluciones a un problema que afecta a la humanidad más allá de una apelación a una supuesta obligación moral.
Dos décadas después de la cumbre de Río y 18 años después de la firma del protocolo de Kyoto, la Iglesia observa que:
- El cambio climático es real, y sus causas son humanas
- Los países ricos tienen una “deuda ecológica” con los países pobres
- Una gobernanza mundial fuerte es ahora más necesaria que nunca
- Es necesario un debate entre ciencia y religión como formas complementarias de entender la realidad, no excluyentes
- Las crisis ambiental y social no son dos y separadas, sino una y única crisis socioambiental, y las herramientas para su solución deben ser consecuentemente influyentes y unitarias
- La protección del medio ambiente es una obligación moral
Ahora, el Papa llama a la acción en la cumbre del clima, pidiendo acciones concretas y decisivas. El mensaje del papa avanza en la dirección que marca la razón y la ciencia. No suele ser lo habitual en la Iglesia.
Haciendo click aquí se puede acceder a la encíclica “Laudato si Franciso”.