No hay lugar para el cemento

Cuando pensamos en materiales contaminantes pocas veces consideramos el cemento como tal, cuando resulta ser uno de los materiales más contaminantes y con mayor presencia en nuestra sociedad. La producción de cemento supone entre un 5% y un 10% de las emisiones de CO2 antropogénicas emitidas a la atmosfera y es que por cada kilo producido se emite la misma cantidad de Co2 a la atmosfera. Por lo tanto, no es de extrañar que encontrar el sustitutivo del cemento se haya convertido en una prioridad para la sociedad en general.

¿Por qué entonces este material no recibe el mismo eco mediático que otros como el gas y/o el petróleo? Según el MIT pudiera ser por que este es producido calentando arcilla y piedras calizas, que pese a ser elementos finitos en nuestro planeta podemos encontrar en abundancia a lo largo de todo el globo.

Centros tecnológicos como Tecnalia ya se han puesto manos a la obra para encontrar nuevas vías de producción de cemento que resulten más respetuosas con el medio ambiente con varios puntos como guía:

  1. Desarrollo de cementos con menor huella de carbono con una química distinta a los cementos tradiciones.
  2. Nuevos activadores, acelerantes y/o adiciones que permiten “endurecer” más y más rápido el cemento tras su contacto con el agua.
  3. Nano-fibras y nanotubos.