El consumo de materiales finitos junto con la cada vez más escasa durabilidad de los productos ha generado una situación de crecimiento insostenible. La sobreexplotación de recursos y materias primas produce un negativo impacto en el medio ambiente y llena de basura los vertederos. ¿Cómo podemos aprovechar más y mejor todo ese material y energía consumida?
La economía circular aborda esta problemática formulando un nuevo modelo económico basado en la mínima extracción de recursos y mínima generación de residuos. En este modelo, los productos, componentes y materiales circulan en la economía, sociedad y medio ambiente de una manera cíclica, transformando los residuos en recursos (concepto llamado de la cuna a la cuna, o “cradle to cradle” en inglés) y añadiéndoles valor. La economía circular expone un sistema de crecimiento sostenible que consiste en aligerar materiales, sustituir productos tóxicos por ecológicos, alargar el ciclo de vida, utilizar energías renovables, intercambiar y compartir productos, mediante diferentes prácticas y posibilidades.
Podemos citar algunos ejemplos, como el Fairphone: un teléfono móvil modular que permite sustituir cualquier componente de tu teléfono móvil, desde la pantalla hasta el botón del volumen. O la nueva patente de Motorola que permitirá que la pantalla rota del móvil se autorrepare. También aparecen nuevos modelos de negocio como el servicio que ofrece Rent The Runaway, que permite alquilar ropa de marca y luego se devuelve para que otros la puedan usar.
La economía circular es un proyecto a largo plazo y, aunque existen proyectos concretos, para lograr su pleno desarrollo, hay que abordar el sistema económico y los flujos de materiales y energía a mayor escala. En cualquier caso, esta tendencia está cada vez más arraigada y ofrece un nuevo marco conceptual desde donde desarrollar y asentar modelos más eficientes e innovadores.
Si te interesa la economía circular, te recomendamos este vídeo de la Fundación Cotec: https://youtu.be/Lc4-2cVKxp0?t=211