Ante el desarrollo digital que afecta profundamente a todos los sectores de la sociedad y la economía, Japón ha desarrollado un concepto de sociedad conectada y super-inteligente, la Sociedad 5.0., donde el potencial de los avances tecnológicos se ponga al servicio del conjunto de la ciudadanía. De esta manera, buscan ir más allá de conceptos tecnocéntricos como la Industria 4.0, y poner las necesidades de las personas en el centro de las transformaciones tecnológicas en curso. La Sociedad 5.0. pretende centrarse en lo humano para equilibrar el despliegue del Big Data, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial con la resolución de los problemas de la sociedad — el envejecimiento o la competitividad — , y contribuir a un mayor bienestar.
El concepto de Sociedad 5.0, en cuya explicación el Real Instituto Elcano se extiende en un recomendable artículo, ha sido desarrollado por el gobierno nipón en conjunto con la patronal japonesa Keidanren y círculos académicos, con la intención de tener un enfoque más proactivo sobre el tipo de sociedad que se quiere construir, en lugar de limitarse a “predecir cómo será la sociedad” tras las profundas transformaciones de la cuarta revolución industrial. Así, ante el lógico temor de las personas a la tecnologización, propone un concepto que ve las transformaciones no solo como algo inevitable, sino positivo para abordar problemas como el envejecimiento de la población o la falta de disponibilidad de recursos — retos que Japón comparte con sociedades como la vasca —.
En la visión de la Sociedad 5.0, la fusión avanzada entre el espacio físico y el ciberespacio (a través del Internet de las Cosas) se haría de tal forma que los productos y servicios llegasen a las personas dónde y cuando los necesitasen, en las cantidades idóneas, integrando los sistemas de energía, movilidad, manufactura o gestión organizativa. La Inteligencia Artificial y la Robótica no solo sustituirían el trabajo humano, sino que “empoderarían” el trabajo humano, dando mayor protagonismo a la creatividad. Las personas tendrían una mayor calidad de vida y nivel de comfort, librándose de dificultades, y pudiendo perseguir distintos estilos de vida con varias “liberaciones”:
-
de centrarse en la eficiencia, con una sociedad en la que se crea valor;
-
de la supresión de la individualidad;
-
de la disparidad;
-
de la ansiedad;
-
y de los límites de recursos y medioambientales.
Para ello, las personas deben estar educadas ampliamente en Inteligencia Artificial. Se contempla asimismo, desde el principio, la necesidad de mejorar los sistemas de seguridad para proteger los datos de la ciudadanía de los ciberataques, que tendrán mayor potencial para causar daño.