vision-de-futuro_0El proceso de fusión de ocho de los principales centros tecnológicos vascos en torno a una única forma jurídica está prácticamente a punto de concluirse. Si las luchas tribales y provincianas derivadas del complejo entramado institucional de Euskadi no lo acaban malogrando, en pocas semanas veremos escenificado en un acto solemne el mayor ejercicio de responsabilidad política y de concertación público-privada que se ha visto en Euskadi en los últimos años.
La conformación de Tecnalia Research & Innovation como una única corporación tecnológica integrada por las personas, recursos, capacidades y fondo de negocio de ocho de los principales centros tecnológicos del País Vasco (Labein, Fatronik, Inasmet, ESI, Cidemco, Robotiker, Leia y Euve) es una de los acontecimientos más esperados en el mundo empresarial y tecnológico vasco.
Tras varios años de avances, negociaciones y tiras y aflojas entre los múltiples agentes empresariales e institucionales involucrados en estas fundaciones, el nuevo Gobierno Vasco (principal agente financiador de las actividades de estas organizaciones) dio un suave pero determinante puñetazo encima de la mesa y con un liderazgo sin equivalencia en otros ámbitos conminó a los agentes involucrados en el proceso a acelerar el proceso de fusión sin contemplaciones ni demoras.
Este impulso ha permitido que los ocho centros tecnológicos (cuyos patronatos integran a varios cientos de empresas vascas) alcanzaran un consenso en torno al modelo de fusión (finalmente, será el mayor de los ocho centros, Labein, el que absorba a los otros siete) y a los plazos (Julio de 2010, para ratificar la firma protocolaria y el 1/1/11 como fecha para operar bajo una misma entidad).
El Gobierno ha hecho valer su posición como principal impulsor del actual entramado tecnológico vasco. La importante financiación pública que reciben estas organizaciones hace que, no sólo el sector empresarial, sino toda la sociedad vasca esté pendiente de la evolución del proceso.
La configuración de los centros tecnológicos vascos fue una de las grandes aportaciones de los gobiernos anteriores a la competitividad de la empresa vasca. El actual gobierno, lejos de romper con la trayectoria anterior, le ha querido imprimir un nuevo impulso y en un alarde de responsabilidad, de generosidad y de altura de miras no ha hecho sino acelerar los procesos de integración corporativa que se venían fraguando (tanto en torno a Tecnaliacomo a la alianza Ik4, que engloba al resto de centros tecnológicos del país).
Los nombramientos del nuevo patronato que se anunciaron ayer en Donostia no pueden ser más alentadores. Por un lado, Javier Ormazabal (joven empresario, representante de uno de los grupos empresariales vascos más competitivos a nivel internacional) será el Presidente de la nueva Corporación. Por otro, Pedro Hernández (ex – Viceconsejro de Tecnología e Innovación del ejecutivo de Patxi López) será Vicepresidente de la Corporación. Un ejemplo del compromiso y liderazgo del Gobierno con la tecnología vasca. En tercer lugar, uno de los anuncios más estimulantes fue la confirmación al frente de la Dirección General del nuevo Tecnalia Research & Innovation de Joseba Jauregizar, ex – director de Tecnología en los anteriores gabinetes de Ibarretxe y Ardanza y desde hace un par de años artífice del proceso de fusión. El nombramiento de Jauregizar es un reconocimiento a su insigne labor como impulsor de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología y resulta de una generosidad encomiable el visto bueno por parte del actual Gobierno a su confirmación en el puesto.
En fin, que este es uno de los proceso más estimulantes al que asistimos en mucho tiempo en el mundo tecnológico vasco. Pienso que se está conduciendo de una manera ejemplar y absolutamente responsable para nuestro país.
En todos los procesos hay siempre una mancha. En este caso la alargada sombra de las diputaciones forales (convertidas ahora en auténticos lobbys extemporáneos al servicio de rancios intereses localistas, ajenos totalmente en cualquier caso a la política tecnológica y de impulso a la competitividad de la empresa vasca) ha conseguido introducirse por las ventanas de este estimulante proyecto de construcción de país que es Tecnalia. El pasado viernes 15 de Julio estas presiones provincianas consiguieron aguar la fiesta de la tecnología vasca que iba a suponer la escenificación solemne de la firma de adhesión al proceso. No obstante la rabieta localista de los sectores más inmovilistas y de vista estrecha del país está lejos de impedir la culminación de un proceso imparable y que a algunos nos genera tantas expectativas.
Enhorabuena a todos los que forman parte del proyecto Tecnalia. Sólo me resta convidarles a que utilicen con la máxima responsabilidad el esfuerzo financiero que toda la sociedad vasca está realizando en ellos y que ojalá no frustren nunca las expectativas que muchas empresas tenemos sobre ellos.