Wikileaks-cables-breakdow-008Son días de diplomacia al descubierto. El cablegatenos abre las puertas de los entresijos de la geopolítica internacional. Información a retazos, como corresponde a esta época de fogonazos de información descontextualizada y efímera. Propongo tres lecturas por orden de interés. De la geopolítica-ficción rozando la humorada a una revisión del mundo emergente, pasando por la visión imperial de los océanos.

Joel Kotkin, conocido divulgador político, urbanista y estudioso de las tendencias del futuro, publicó hace unas semanas un artículo en el que fantaseaba con un nuevo orden geoestratégico mundial marcado por la emergencia de nuevos grupos de poder global como una nueva Liga Hanseática formada por los países nórdicos y centroeuropeos, las ciudades-Estado, la alianza norteamericana (formada por Canadá y Estados Unidos), las repúblicas bolivarianas, el Salvaje Este (Afganistán, Pakistán, Tayikistán,..), etc. ¿Dónde sitúa a España? En un confuso grupo de países de Repúblicas de la aceituna, formado por Italia, Portugal, Grecia, Bulgaria, Montenegro o Eslovenia, entre otros) marcado -entiendo- por su pertenencia a la cuenca mediterránea.

¿Exagerado? ¿Política-ficción? ¿Reduccionista? Probablemente. Pero, como planteaba Enric Juliana en su artículo sobre el tema en La Vanguardia, la mala imagen de España en el concierto internacional es preocupante. Por no hablar, por supuesto, de la consideración de república que da a España. Quién sabe si en el futuro….. En cualquier caso, el autor -al que últimamente me refiero demasiadas veces como excusa para escribir cuando pocas veces coincido con sus opiniones- se queda en una gran boutade que, además, refleja una sorprendente y reduccionista visión del mundo, algo que ya comentamos hace unos días en otro post.

Más allá del caso español, la agrupación de países es también discutible. La categoría de países liberalistas en Centroamérica y Sudamérica parece construida sólo para oponerse a ese temido grupo de repúblicas bolivarianas, un empeño clásico de Estados Unidos por reservarse en su patio trasero una muralla defensiva de países cercanos ideológicamente.O una categoría de .ciudades-estado que reduce únicamente a cuatro (Londres, París, singapur y Tel Aviv)

 

Por otro lado, el último libro del periodista y analista de política internacional, Robert D. Kaplan, invita a plantearse dónde está o estará próximamente el centro del mundo desde una perspectiva geopolítica. Aunque es cierto que el libro, Monsoon, está escrito pensando en los intereses de Estados Unidos y cómo este país puede salvaguardar su estrategia económica y militar en el mundo considerando el Océano Índico como su principal preocupación, la reflexión puede ser generalizable. El autor da mucha importancia al control de las rutas marítimas en una zona muy compleja muy atomizada en islas y potencias regionales. ¿Es un anacronismo fijarse en un factor tan “físico” en la era digital? Puede ser, pero también es cierto que la nueva economía sigue moviéndose en camiones y barcos que transportan las materias primas que son la gasolina de la economía. ¿Será que hay allí reservas estratégicas de petróleo? Los países del Golfo Pérsico, Afganistán, Indonesia,… gravitan también en torno a este océano, al igual que el Oeste africano.

Una lectura en clave de política estadounidense. No se trata de ordenar el mundo con nuevas categorías -como veíamos en el artículo de Kotkin- sino de ordenar el mundo para los intereses propios. Del declive de la influencia occidental en el mundo sólo se salvará Estados Unidos si es capaz de tomar al asalto el Índico superando con poder económico y militar a China e India en la lucha por el control de la zona.

 

Para terminar , a quien tenga algo de ganas, un poco de curiosidad y una pizca de tiempo, le animo a leer un libro, El segundo mundo. Imperios e influencia en el nuevo orden mundial. Algunos lo han querido comparar con obras clásicas de los estudios históricos, esos esfuerzos enciclopédicos que ya nadie lee y que cada vez se citan menos. Supongo que será una comparación exagerada, porque los estudios de Spengler Toynbee -que no, no he leído por supuesto- tienen una magnitud más erudita y omnicomprensiva. Pero tiene mérito el esfuerzo que ha hecho su autor, Parag Khanna, al recorrer por sí mismo todo el mundo buscando datos y experiencias con los que alimentar su investigación. Por supuesto, superficial, porque no puede ser de otra forma un libro que repasa el devenir histórico y la realidad política actual de todos los rincones del globo, exceptuando África, por cierto, lo cual refuerza quizá definitivamente la idea de que el continente negro ha quedado ya fuera de cualquier lógica geopolítica que no pase por su total papel subordinado, a excepción quizá del Mediterráneo y de África del Sur.

Y es que el libro es una actualización del término “segundo mundo“, concepto utilizado hace años para designar a las economías socialistas, y que hoy Khanna propone destinar a los países situados en la órbita de influencia de las tres grandes potencias (Estado Unidos, China y unión Europea). La tesis principal del libro es que dónde acabe situándose la influencia de estas tres zonas geopolíticas en cada uno de los países que conforman ese segundo mundo será definitorio para establecer una próxima supremacía mundial de una nueva potencia. Venezuela, México, Colombia, Kazajstan, Uzbekistan, Georgia, Indonesia, Vietnam, Mongolia, Turkmenistan, Tailandia, Malasia, Egipto,….¿de qué lado de la balanza caerán definitivamente en esta etapa de reconfiguración imperial?

La imagen corresponde a una de las visaualizaciones que ha preparadoThe Guardian sobre el origen de los cables filtrados por wikileaks.