La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe llamado “The benefits to biodiversity of a strong circular economy“. En este informe, se pone de manifiesto que la biodiversidad, a pesar de ser vital para unos ecosistemas saludables y por tanto para la base de nuestro bienestar y economía, está bajo severa amenaza y explora cómo la economía circular puede reducir los impactos de la producción y el consumo en la biodiversidad.

En la raíz del problema se encuentran nuestros actuales sistemas de producción y consumo insostenibles. Transformar estos sistemas es sin duda una parte esencial para reducir la presión sobre la biodiversidad y los ecosistemas. Investigaciones recientes indican que los sectores de la alimentación, la construcción, la energía y el textil representan aproximadamente el 90 % de la presión sobre la biodiversidad en todo el mundo.

“Cómo la economía circular puede reducir la pérdida de biodiversidad atribuida a nuestros sistemas de producción y consumo”, Fuente : Centro Temático Europeo sobre Economía Circular y Uso de Recursos y AEMA.

Para lograr esta transformación, la economía circular es un enfoque clave, pero es necesario centrarse más en la biodiversidad. Este informe identifica las tres áreas siguientes en las que la economía circular puede beneficiar a la biodiversidad:

  • La reducción de la demanda de recursos primarios se puede lograr aumentando la eficiencia del uso de nuestros recursos y materiales, a través de acciones de economía circular, como extender la vida útil de los productos y reciclar materiales. Reducir la demanda de recursos primarios, a su vez, reduce la presión sobre la biodiversidad.
  • La prevención de la contaminación se centra en evitar que los materiales acaben como residuos en primer lugar. También hace hincapié en la necesidad de reducir el uso de sustancias peligrosas, que dificultan la reutilización y el reciclaje y dañan los entornos naturales (y la salud humana).
  • El abastecimiento amigable con la biodiversidad se enfoca en los recursos que usamos, que deben obtenerse de una manera que evite dañar los sistemas naturales y promueva prácticas regenerativas cuando sea posible. Este punto es, claramente, dónde se necesita más atención en la discusión actual sobre la economía circular.

Foto principal: Bill Kasman