Imagen1_0Hace casi un año analizábamos en este mismo blog la oportunidad de acoger en Euskadi una infraestructura de Gran Ciencia como mecanismo de モapalancamientoヤ del desarrollo científico y tecnológico de nuestro país. En ese debate poníamos sobre la mesa nuestro convencimiento (el de Naider) de que es la inversión en conocimiento la apuesta más segura que una sociedad como la vasca puede hoy día hacer si quiere postularse a la vanguardia de Europa.

Además, pensamos que esto de la I+D es de las pocas cuestiones que puede suscitar un consenso generalizado en un país todavía hoy tan enfrentado social y políticamente como es el nuestro.

La idea de situar en Euskadi una Fuente de Neutrones por Espalación ha ido tomando fuerza con el tiempo e, incluso, se ha llegado a acuerdos importantes entre las administraciones vasca y española a la hora de asignar, eventualmente, importantes partidas presupuestarias para su construcción. El proyecto inicialmente planteado tenía un recorrido importante en cuanto que podía posibilitar el desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas del país e impulsar un polo de conocimiento europeo de primer nivel.

Pero, casi en paralelo, ha surgido una posibilidad aún más interesante para Euskadi y que ha dotado al proyecto de una ambición inesperada. La oportunidad se encuentra ahora en configurar el entorno de Bilbao como candidato a albergar el macro-proyecto de Fuente Europea de Neutrones por Espalación (ESS), una iniciativa impulsada desde diversos ámbitos científicos de Europa y vista con muy buenos ojos desde el aparato político de Bruselas.

Esta iniciativa, por su dimensión, absorbería el proyecto inicialmente concebido que poseía un alcance más モregionalヤ. La iniciativa ESS, sin embargo, es una apuesta de alcance global de dimensiones e impacto extraordinarias para una ciudad como Bilbao y para el conjunto de Euskadi cuyo posicionamiento internacional no vendría ya sólo referenciado a la vanguardia cultural (Guggenheim) sino también a la vanguardia del conocimiento. Si se gestiona bien el proyecto, seríamos protagonistas de una nueva transformación social y económica y en 10, 15 años (periodo estimado para su construcción) conseguiríamos dar un giro copernicano a la situación de nuestro rico pero aún emergente sistema vasco de ciencia y tecnología lo que, entre otros factores positivos, incidirá directamente en la diversificación y competitividad de nuestro tejido empresarial.

Los días 16 y 17 de Octubre se reúnen en Bilbao los miembros del comité científico evaluador de las モcandidaturasヤ seleccionadas para acoger esta gran infraestructura. Euskadi va a presentar un proyecto bien construido que asegura que la instalación vasca no tiene vocación de mero centro experimental al servicio de centros de  conocimiento y agentes internacionales sin presencia real en Euskadi sino que, verdaderamente, se constituye en el motor de un gran entramado científico-tecnológico de referencia internacional que, además, proyecta desarrollos desde el punto de vista industrial y también sirve como instrumento de construcción social con un esfuerzo notable por fortalecer el diálogo ciencia-sociedad.

Animamos sinceramente a los responsables políticos del Gobierno vasco, y también de la Administración española, a que consigan cautivar al influyente grupo de expertos que nos visita estos días con todo el trabajo desarrollado al efecto. También les invitamos a que, desde este primer momento, lideren la participación de la sociedad en la construcción de este proyecto y difundan en amplios foros informativos todas las implicaciones positivas de la iniciativa. También, lógicamente, el esfuerzo financiero necesario y los costes de oportunidad para Euskadi.

Un último elemento, no menos importante, es el impacto ambiental sobre el territorio de todo el complejo científico. Es ahora un buen momento para anticiparse a las dudas lógicas que un proyecto de tal envergadura va a suscitar en una sociedad activa y vigilante como es la vasca. No debe olvidarse que el propio enunciado de la iniciativa (Fuente de Neutrones por Espalación) incorpora una cuestión especialmente sensible en la opinión pública vasca que debe explicarse muy bien para evitar que el desconocimiento de su alcance real suscite un rechazo injustificado.

Lo dicho, desde aquí todo nuestro apoyo a la iniciativa.