La directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha advertido que el ritmo de crecimiento tanto del 2014 como del 2015 viene menor de lo previsto y apuesta por la inversión (pública y privada) como medida para impulsar la actividad económica.
Aunque los datos no se presentarán por parte del FMI hasta dentro de dos semanas, Lagarde perfiló la tendencia observada a corto y medio plazo, puntualizando que la actividad económica, morosa en los primeros meses del 2014, debería reforzarse en la segunda parte y acelerarse en 2015
Además, apunto que la crisis económica ha provocado un descenso de la inversión en tres sectores clave: empresas, vivienda y sector público y recalcó que los dos imperativos que se deben tener en cuenta para elevarlas y que conduzcan el efecto deseado de “estabilizar o reducir el ratio entre la deuda pública y el producto interior bruto (PIB)” son la sostenibilidad de la deuda pública y condiciones de financiación aceptables.
En la misma jornada en la que Lagarde presentó esta nueva información se concluyó que este nuevo escenario requiere además de política presupuestaria, gestión de la crisis y política económica una reflexión sobre el modelo de la zona euro para los próximos años, algo que no se ha realizado hasta el momento.
Esta conclusión se acoge con sorpresa, ya que con carácter diario nos encontramos con noticias relacionados con reuniones de los representantes económicos del eurogrupo, reuniones del propio FMI… ¿no deberían de estar pensando ya en los próximos 10 años, que es lo que han estado discutiendo hasta ahora?