El Open Innovation como solución a los desafíos del sector público
La innovación abierta, u Open Innovation, ha ganado reconocimiento y aceptación en los últimos años por ser una herramienta efectiva a la hora de fomentar la creatividad, mejorar la colaboración y promover la resolución de problemas en diversos sectores. Aunque en un principio se asociaba principalmente con el ámbito empresarial, la innovación abierta también ha demostrado su eficacia en el sector público.
La innovación abierta en la administración pública se puede definir como la colaboración y la inclusión de un enfoque abierto para resolver problemas y promover soluciones innovadoras. En lugar de depender únicamente de los recursos internos de la administración, los organismos públicos están abiertos a la participación y contribución de los ciudadanos, las empresas y otros actores externos para promover la innovación.
Entre los distintos beneficios de la innovación abierta se pueden encontrar los siguientes puntos:
- Impulso a la transparencia y la rendición de cuentas. La participación abierta ciudadana en el proceso de toma de decisiones permite mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el sector público, fortaleciendo así la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas.
- Acceso a conocimientos y recursos externos. Al abrirse a la cooperación con el exterior, el sector público puede acceder a conocimiento especializado, tecnologías avanzadas y recursos adicionales que pueden mejorar la calidad de los servicios públicos y crear soluciones más eficientes.
- Aumento de la participación ciudadana. Permite involucrar a una amplia gama de agentes, incluidos ciudadanos, expertos, empresas y organizaciones, en la formulación de políticas públicas y la resolución de retos. Esto promueve la inclusión, la diversidad de perspectivas y la toma de decisiones.
- Mejora en la eficiencia y reducción de los gastos administrativos. La innovación abierta permite reducir gastos al permitir la colaboración con agentes externos que pueden compartir recursos y conocimientos. Además, al aprovechar las ideas y soluciones de otros, se puede lograr una mayor eficiencia en la resolución de problemas complejos.
Tres ejemplos actuales de Open Innovation en el sector público son Tartu en Estonia, la ciudad de Barcelona y Ecuador.
La ciudad estonia de Tartu decidió aplicar una estrategia de innovación colaborativa y cocreativa trabajando de la mano del sector privado, las universidades cercanas y otros municipios del país báltico. Este enfoque de “ciudad como plataforma de innovación abierta” le ha permitido desarrollar una mentalidad flexible y ágil para innovar y dar solución a los retos que tiene el municipio.
El primer paso a la hora de desplegar su estrategia de Open Innovation es la búsqueda temprana e identificación de un desafío al que se enfrenta la ciudad, tales como la movilidad sostenible o la brecha digital. Una vez identificado el reto, se acude a agentes externos como pueden ser empresas privadas o universidades con el objetivo de trabajar conjuntamente en la búsqueda de una solución.
Para apoyar a los agentes externos en la búsqueda de soluciones al reto planteado, la ciudad de Tartu ofrece espacios públicos para testar sus soluciones, acceso a datos de las autoridades locales que pueden ser de utilidad e incluso brinda comentarios constructivos sobre el planteamiento de la solución. El resultado es, por un lado, un aumento de probabilidades de éxito del proyecto y, por otro, un impacto positivo para la propia ciudad. De esta manera, Tartu logra resolver diferentes desafíos y retos locales y, además, genera actividad económica en el entorno gracias a la creación de nuevos puestos de trabajo y el pago de impuestos.
Barcelona, por su parte, ha implementado el concepto de Smart City o ciudad inteligente. Este enfoque busca mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de la integración de tecnología e innovación. En los últimos años, la ciudad ha abierto convocatorias y concursos para que empresas y personas emprendedoras presenten soluciones tecnológicas que aborden desafíos urbanos, como la gestión urbana, la participación ciudadana o la movilidad. El resultado ha sido la generación de colaboraciones exitosas y ha posicionado Barcelona como referente en innovación urbana.
Un caso de éxito de la inclusión del Open Innovation en la capital catalana es la aplicación Smou, que integra una veintena de servicios de movilidad de la ciudad. La app cuenta con 800.000 personas usuarias, la mitad de la población de Barcelona, y acumula más de 16,4 millones de operaciones.
Otro territorio que ha dado un paso al frente en materia de innovación abierta es Ecuador. En agosto de 2022 el Gobierno ecuatoriano lideró el lanzamiento del proyecto Laboratorio de Innovación Ciudadana. La iniciativa pretende fomentar la generación de ideas innovadoras bajo tres objetivos principales: mejorar el bienestar y prosperidad de la ciudadanía, garantizar los servicios públicos y fortalecer la democracia y confianza en la administración pública.
El Laboratorio lo componen agentes privados, representantes públicos, universidades y la propia sociedad civil.
A pesar de los casos de éxito internacionales y los numerosos beneficios de implementar esta metodología, existen ciertos obstáculos que pueden dificultar o retrasar la puesta en marcha del Open Innovation. Por un lado, la posible resistencia al cambio tanto de las personas que trabajan en el sector público como de la ciudadanía en su conjunto. Por otro, la falta de recursos de la propia administración.
En estos casos es imprescindible concienciar y sensibilizar sobre los beneficios y el potencial que tiene la innovación abierta para todos los agentes involucrados. Además, es recomendable crear políticas de apoyo y destinar parte del presupuesto público a la generación de ideas innovadoras y abordar los diferentes retos sociales.
En definitiva, la implementación del Open Innovation en el sector público simplifica la gestión administrativa, fomenta la colaboración entre agentes y promueve la creación de soluciones innovadoras para abordar de manera eficiente los desafíos del sector público.
Imagen principal: Eloi Smith en Unsplash