5197327623_dde9c65af0_0‘Aquí nadie quiere emprender, nadie quiere arriesgar. Todos queremos ser funcionarios y un trabajo de 9 a 3’. Seguro que todos hemos sido testigos, o incluso hemos pronunciado, estas palabras alguna vez. Pero, ¿es esto cierto? ¿Faltan emprendedores en España? ¿Hay menos emprendedores que en otras partes de Europa? ¿O del mundo?

Si uno echa un vistazo a algunos documentos sobre emprendimiento como elGlobal Entrepreneurship Monitor 2009 no parece que éste sea el caso.España está por delante número de emprendedores de países como Alemania y Francia. Sin embargo, ¿por qué este estigma? ¿Es ése en realidad nuestro mayor problema?

Mientras que en la UE la PYME aporta el 67,21% del empleo, en España ésta significa el 78,7%. No nos faltan emprendedores sino que nos faltan grandes empresas, o emprendedores que sepan, puedan o quieran crear grandes empresas. ¿Por qué?

Buscamos la gallina de los huevos de oro; la razón y la fórmula para conseguir que, entre los miles de pequeños empresarios españoles, algunos logren convertir su PYME en una gran empresa. ¿Cómo lograrlo? De entre los expertos económicos del país se escuchan diferentes diagnósticos y recetas. Por una parte, muchos empresarios españoles no logran hacer crecer sus proyectos por falta de financiación. Hasta hace poco, el sistema financiero estuvo excesivamente enfocado en el negocio inmobiliario dando poco oxígeno a otros negocios con mayor potencial de crecimiento internacional. Además, el sistema financiero español no está acostumbrado a proyectos más innovadores, para los que es necesario también desarrollar otros instrumentos financieros como la figura de los Business Angels (inversores privados) o el Capital Riesgo.

Algunos apuntan también a la falta de visión global del empresario español, excesivamente centrado en la economía local o regional. Aunque tenemos muchas PYMEs, pocas de ellas nacen con un verdadero espíritu de crecimiento global.

Otro factor crítico para el crecimiento empresarial es la innovaciónSólo el 43,5% de las empresas españolas del sector industrial y servicios realizaron actividades de innovación entre 2006 y 2008, frente al 51,6% de promedio comunitario, según Eurostat. ¿Por qué? Existen varias razones: falta de formación, de sistema científico y tecnológico, demanda temprana,financiación para la innovación, cultura, …

Además, la empresa española no coopera. De entre las empresas con actividades de innovación en la UE, el 34% cooperaron con otras empresas, universidades o institutos de innovación. En España, sólo el 18,7% de las compañías innovadoras colaboraron con terceras partes.

Por lo tanto, aunque el emprendizaje es un elemento clave para la generación de riqueza en una economía su carencia no es, en términos generales, el mayor problema de España. No necesitamos más emprendedores sino diferentesmás innovadores, abiertos y con mayor visión global. España necesita emprendedores 2.0.

(Imagen de cabecera Creative Commons de lululemon athletica)