La presencia de árboles en el paisaje urbano tiene múltiples beneficios. Además de embellecer la ciudad y mejorar el espacio público, los árboles purifican el aire y reducen la suciedad, actuando como filtro de la polución y del polvo. Combaten asimismo el estrés y la contaminación del ruido, por su efecto de pantalla acústica. Dan sombra y resguardo, y protegen a entornos urbanos de posibles inundaciones.  De cara a las consecuencias adversas del cambio climático, pueden ayudar a que las ciudades sean más resilientes.

 

Con estos y otros beneficios en mente, ciudades como Barcelona y Manchester han anunciado ambiciosos proyectos para aumentar su masa arbórea y ponerla en valor. En el caso de la ciudad condal, el Ayuntamiento ha anunciado que incrementará en un 16% la inversión anual en arbolado en el marco del Plan Director de Arbolado 2017-2037 “Árboles para vivir”, según recoge La Vanguardia. La capital catalana cuenta actualmente con 1,4 millones de árboles, y el proyecto pretende aumentar en un 5% la superficie arbolada de la ciudad en los proximos 20 años. Sin embargo, la idea no es tan solo plantar más, si no potenciar la variedad de especies y optar por ejemplares más funcionales y resilientes al cambio climático. Así, se quiere revertir el monocultivo de plátanos, que en 1992 suponía el 50% de la masa arbórea urbana, con los consiguientes problemas de plagas y enfermedades, y conseguir que no supere el 15%, como tampoco ninguna especie. Por tanto, se sustituirán especies actuales por nuevas especies, seleccionadas por adaptarse mejor al entorno urbano – más resistentes a las altas temperaturas, al estrés hídrico, a la contaminación, etc.–, por su vistosidad, sombra y atractivo a la fauna.

 

En cuanto a Manchester, las autoridades han anunciado un proyecto para plantar nada menos que tres millones de árboles en su área metropolitana en los próximos 25 años, un árbol por cada habitante. Tal como se relata a la BBC, se pretende plantar en terrenos de masa forestal existentes, en nuevas parcelas, en corredores que conecten las masas arbóreas para beneficiar la biodiversidad, pero tambien con el foco puesto en calles, parques y jardines privados. Según los responsables, para plantar nuevos árboles es necesario ser capaces de gestionar adecuadamente los actuales, y una parte fundamental del proyecto es hacer a los ciudadanos partícipes de la plantación y gestión de áreas incrementando la conciencia del beneficio de los árboles en el paisaje urbano.