A China le ha dado por el maquillaje, y no, no va a comprar la industria entera del sector de belleza, tampoco va a invertir tiempo ni dinero en aprender y abaratar los procesos de producción de empresas extranjeras. Esta vez ha decidido mejorar su aspecto, parecer menos temible, en definitiva, comprar una nueva imagen.
Los 10 billones de dolares invertidos en propaganda orientada al extranjero dan buena muestra de ello, según nos informa el profesor de Harvard Joseph S.Nye en el último artículo de project-syndicate.
El objetivo de este gigante asiático es parecer menos temible, más atractivo tanto como para turistas como para inversores extranjeros y externalizar aún más sus ya de por si externalizadas compañias, solo el tiempo nos dirá si la piel de cordero funciona o hay demasiado lobo que tapar.