El modelo económico de Corea del Sur empieza a dar síntomas de agotamiento, la industria parece no poder mantener el volumen de exportaciones previo a la crisis y el gobierno coreano se encuentra más decidido a apostar por la tecnología.
El caso es que como el algodón, los datos no mienten, una sensible ralentización en el crecimiento económico del país, han pasado de un 7% al 3% esperado para este año, ha provocado este giro brusco en la política coreana, que pretende motivar y animar de esta manera las exportaciones.
Este cambio de política se está convirtiendo en el pan de cada día de muchos países que ven como única salida a la crisis la especialización en ciertos productos para aumentar su valor comparativo respecto al de otros países con similares productos o servicios.
Fuente: El País