Anda ese artefacto llamado Comunidad Internacional preparando la Cumbre de Copenhague, en la que está sobre la mesa la discusión de nuevos y más ambiciosos compromisos para luchar contra el cambio climático. A principios de diciembre veremos cómo se desarrollan las cosas, aunque a estas alturas, con la dictadura del presente (léase, la crisis) impidiendo los cambios profundos, poco podemos esperar. Como en otros aspectos de la realidad global, China es ya hoy un agente clave. Algunos quieren incluso ver una apuesta decidida de su gobierno por afrontar sus responsabilidades en las negociaciones y en la lucha contra el cambio climático, y ven con esperanza las últimas declaraciones de su presidente. Veremos cómo se desarrolla el tema en esta cuenta atrás hasta la cumbre, y visto lo visto en la cumbre de estos días en Nueva York en las Naciones Unidas, el camino no será fácil.

La realidad, en cambio, nos dice que en China se está produciendo el proceso de transformación más espectacular de toda la historia (perdón por la exageración, pero es viernes y me voy a permitir la licencia). Hemos comentado en otras ocasiones el espectacular proceso de urbanización acelerada que se está viviendo en China, con el nacimiento cada año de nuevas ciudades que empequeñecen los tamaños de las tradicionales estructuras urbanas europeas, por ejemplo. No es un fenómeno exclusivo de China, sino de toda Asia, donde países como India o Malasia también contribuyen a crear un entorno urbano que será responsable en los próximos veinte años de la mitad del aumento mundial en las emisiones de gases de efecto invernadero, según un estudio delAsian Development Bank titulado Managing Asian cities.

El sueño chino de construir una nueva sociedad urbana ha creado una imparable ola que ha dado lugar al nacimiento de una tupida estructura urbana en un marco de falta de libertades, y forma parte de un proceso en el que prácticamente dos mil millones de personas más vivirán en entornos urbanos en Asia. Es, sin duda, un aspecto que debería estar presente en las discusiones de la cumbre, porque en las ciudades y en cómo son organizadas y gestionadas estará parte de la solución y parte del problema.

Foto nocturna de Asia tomada de Green Flow.