infFoe0809La Fundación de estudios sociales FOESSA ha publicado su VI Informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2008. Se trata de un informe que se ha convertido en referencia como radiografía de la situación del desarrollo y la exclusión social en nuestro país. En la web se puede acceder tanto al documento competo como a sus conclusiones, así como a las ponenicas del Congreso sobre exclusión y desarrollo social, celebrado en Madrid los días 29, 30 y 31 de Octubre de 2008 con motivo del VI Informe FOESSA y a los documentos de trabajo para la preparación del informe.

No es el único informe sobre estos asuntos; en 2001 tuvo bastante repercusión el informe del Consejo Económico y Social (La pobreza y la exclusión social en España: propuestas de actuación en el marco del plan nacional para la inclusión social) y desde entonces podemos encontrar otros informes, entre los cuales están los informes anuales de Caixa Catalunya, del que después hablaremos.

El informe FOESSA ha generado algunos titulares llamativos como este de El País: “El desarrollo económico de los últimos diez años no ha reducido la pobreza en España”. Sin embargo, el eco en los medios tradicionales ha sido escaso, precisamente en un momento de crisis que genera un nuevo perfil de pobreza, vinculado a nuevos sectores sociales muy vulnerables a las nuevas condiciones. De hecho, en la nota de prensa, uno de los aspectos que más llama la atención es el relativo a las tres situaciones de combinación de pobreza y exclusión social:

  • Pobreza integrada: sectores integrados socialmente, pero con ingresos insuficientes que les sitúan por debajo del umbral de pobreza, y suponen el 12,2% de los hogares. Para mejorar su situación, las políticas redistributivas, basadas en los mecanismos clásicos de la fiscalidad y la seguridad social, deberían ser suficientes.
  • Excluidos ‘con dinero’: uno de cada 10 hogares (el 9,8%) se encuentra situado por encima del umbral de pobreza y que presenta diversos problemas de integración social por lo que no deberían quedar al margen de la intervención de los servicios sociales.
  • Excluidos pobres: estos hogares, que suponen el 7,2%, deberían ser los destinatarios principales de las políticas de activación unidas a la garantía de ingresos mínimos. De ellos, poco menos de la mitad, medio millón de hogares aproximadamente, se encontrarían en pobreza extrema y exclusión social. La carencia de una auténtica malla de seguridad hace que la situación de estas familias se muestre especialmente delicada y es posiblemente el mayor reto para la cohesión social en España.

El informe se está presentado durante estas semanas, y este próximo viernes se presentará en Bilbao. Así, Cáritas y laUniversidad de Deusto organizan unaJornada de Presentación del “VI Informe sobre exclusión y desarrollo social. El acto tendrá lugar el viernes 28 de noviembre, de 10.00 a 13.00, en el salón de actos de LanEkntza, y contará con la participación de Víctor Renes (Cáritas Española y Fundación FOESSA), María Silvestre (Decana de la Facultad de Sociología), Arantxa Rodríguez Berrio (Vicedecana de la Facultad de Sociología) y Emma Sobremonte (Directora del Dpto. de Trabajo Social); Universidad de DEUSTO.

El umbral de pobreza manejado por el Informe es el mismo que utiliza la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística. Su cuantía está fijada en 6.895 euros (por persona/año) y es el 60 por ciento de los ingresos medianos netos por persona y año. Se consideran pobres a las personas cuyos ingresos están por debajo de esa cantidad. El concepto de pobreza es un aspecto muy discutido por la Economía del Desarrollo, y navega entre las visiones más economicistas (vinculación de la pobreza a la privación de recursos económicos) y las visiones basadas en la libertad y la teoría de las capacidades (de Amartya Sen). Y más discutido aún si introducimos una variable fundamental, muy presente en el informe FOESSA: la desigualdad(un tema del que el informe State of the world´s cities se hace eco este año). Miremos como miremos estas aproximaciones, los colectivos más afectados siguen siendo, fundamentales, ancianos, mujeres, niños e inmigrantes.

Por su parte, como mencionaba anteriormente, el Observatorio de la Inclusión Social de Caixa Catalunya ha publicado su Informe de la Inclusión Social en España 2008. En este caso, el informe se basa en factores no económicos de pobreza (es decir, no se basa en los ingresos), sino en otros aspectos como la pobreza laboral, la sanitaria, la de vivienda o la de formación. Su elaboración ha corrido a cargo delInstituto de Infancia y Mundo Urbano (CIMU) y además de lo mencionado anteriormente, incluye como novedad en estos informes el análisis del ciclo de la vida para valorar las diferentes etapas vitales de la pobreza (infancia, juventud, eddad adulta, tercera edad). Entre otras cosas, este análisis permite poner números a una sospecha: el retraso en la emancipación de los jóvenes por no poder acceder a una vivienda actúa como colchón (personal y social), ya que de entrar en el mercado de la vivienda, casi un 50% de los jóvenes potencialmente emancipados estarían en condiciones de pobreza.

Poco tiempo para revisar estos informes, pero al menos los tenemos localizados y contextualizados. Para mí, un contexto de crisis económica que avanza hacia la economía real y hacia las economías familiares más vulnerables, posiblemente de contenido muy urbano (aquí me atrevo a decir sin datos: en la España actual, la pobreza es básicamente urbana si pensamos en el concepto de pobreza más vinculado al acceso y las capacidades). Y puede ser un factor de conflictividad social, que preferiblemente se refleja a nivel urbano. ¿Estamos siendo conscientes de estas implicaciones de la crisis?

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