Microfibras de plástico han sido halladas en el agua corriente de los cinco continentes, según un estudio realizado por la ONG periodística Orb Media en colaboración con la Universidad Estatal de Nueva York y la Universidad de Minnesota. Por el momento se desconoce cómo afectan exactamente a nuestro cuerpo dichas fibras de 2,5 micrómetros, pero son muestra de la ubicuidad del plástico en nuestro entorno – no obstante, las partículas también están presentes en el pan y otros alimentos, el agua embotellada o el agua filtrada en casa –.

 

El 83% de las 159 muestras analizadas en más de una docena de países – incluyendo Europa, EE UU, Ecuador, Indonesia o Uganda – contiene micropartículas, y ningún país de los analizados se libra de tener al menos un 72% de muestras contaminadas. En EE UU, la proporción es del 94%.

 

El tamaño de las fibras es pequeño, de 2,5 micrómetros. La mayor cantidad de microplásticos por cada muestra de 500ml se ha hallado en EEUU, con 4,8 fragmentos de media, y la menor cantidad, en Europa e Indonesia, con 1,9 fragmentos de media. Un estudio previo publicado por The Guardian alertó asimismo de la presencia de microfibras en la sal marina, remarcando la presencia de microplásticos en el agua de los océanos, el pescado, los alimentos, la cerveza, la miel, el azúcar, o el mismo aire.