El Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) presentó el año pasado un interesante descubrimiento centrado en que cuando las gotas de agua, durante la condensación, saltan lejos de superficies que repelen el agua, pueden cargarse de electricidad.
El equipo de investigación que hizo ese descubrimiento ha ido un paso más allá demostrando que esa carga podría utilizarse para suministras energía a dispositivos electrónicos, es decir, la humedad del aire podría recargar la batería de nuestro móvil.
Se ha realizado ya el primer prototipo, una serie de platas de metal conductor (cobre, aluminio…) intercaladas. Los investigadores han calculado, por ejemplo, que con un microvatio por centímetro cuadrado, un cubo que mida alrededor de 50 centímetros de lado podría ser suficiente como para cargar completamente un teléfono móvil en unas 12 horas.
¿Estamos ante la próxima revolución tecnológica además de social y económica? ¿países en vías de desarrollo podrán de esta manera acceder a una fuente de energía barata basada en la naturaleza?