El otro día acudí a la entrega de los premios de la Diputación de Bizkaia a los mejores emprendedores del año (Bizkaia Emprende), acto que me sorprendió gratamente, ya que iba con un claro prejuicio negativo sobre lo que allí me iba a encontrar: discursos largos, tediosos e insufribles. Pero, realmente no fue así y doy mi más sincera enhorabuena a los organizadores.
En los previos a la entrega me encontré con un Alberto Iñurrategi que contó una magnífica y entrañable historia, la historia de su vida. Pero, se preguntarán que tenía esto que ver con el emprendizaje. Pues, realmente mucho. Nos enseñó a los que en su momento decidimos tomar el camino de crear empresa y a los que no, que para que las cosas salgan se precisa, en primer lugar, una visión emocionante y, en segundo lugar, que el fracaso ヨque mayor fracaso que el suyo que asistió a la muerte de su hermano y compañero de cordada- se convierte en fuerza renovada para seguir adelante, si se sabe superar.
La segunda historia que escuchamos esa noche fue la de la diseñadora de moda, Miriam Ocariz. Una chica joven que ha sabido hacer de sus habilidades innatas para el dibujo, los detalles, los colores ナ una empresa de éxito que crea riqueza y sirve de soporte , por supuesto, a su proyecto de vida, pero también a los de sus compañeros de equipo. En Euskadi estamos demasiado acostumbrados a unir el mundo de la empresa con formas muy duras de producción y aburridos procesos industriales. Asistir y escuchar en directo a Miriam que ha conseguido articular su proyecto empresarial con lo que realmente le gustaba hacer durante sus ratos libres, resulta envidiable.
Finalmente, la charla de Mikel Urizarbarrena me resultó especialmente ilustrativa. Contemplar la sencilla presentación de un joven (rondará los 40 años) que ha conseguido en muy pocos años crear una gran empresa con presencia en todo el mundo y con más de 1.000 empleos en una actividad intensiva en conocimiento me suscita una gran admiración y respecto, pero también una sana envidia y confianza; desde Bizkaia también nos podemos sacudir los complejos y localismos, apostar por nichos de éxito, y sorprender al mundo.
Orientarse al mercado, pensar en grande desde el principio, apostar por la innovación a todos los niveles y especialmente en la forma de aproximarse al mercado y pensar en el medio y largo plazo, sin olvidar una gestión sólida y rigurosa del día a día, son lecciones prácticas que Mikel nos transmitió y que deberían tener muy presentes tanto la clase empresarial, como los responsables de impulsar las políticas públicas de promoción del emprendizaje.
Del acto tampoco puedo olvidar la actuación de dos grandes payasos ナ.. Dos grandes actores de la improvisación. Ya había oído hablar de ellos maravillas, pero son mucho mejores de lo que yo imaginaba. Una gozada
Lo dicho, enhorabuena a los organizadores del evento y también a los ganadores de los premios Bizkaia Emprende: el programa de ETB “Teknopolis”, Cristina Gutiérrez-Cañas, catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao, el Grupo Ormazabal y ZIV.