Pfizer y otras grandes corporaciones farmacéuticas están alimentando el auge de superbacterias resistentes a los medicamentos que podrían matar a millones de personas. Estas bacterias resistentes a los antibióticos se han convertido en una de las mayores amenazas contra la salud a las que nos enfrentamos hoy en día.
Esa es la conclusión que revela el nuevo informe de SumOfUs, después de analizar durante meses la oscura cadena de suministro de las potencias farmacéuticas. El informe muestra que Pfizer antepone sus intereses económicos a la salud de los usuarios, suministrando antibióticos procedentes de peligrosas fábricas chinas (las cuales violan gravemente medidas ambientales y de seguridad).
Dichas fábricas asiáticas vierten los residuos directamente a ríos y vías de agua, creando un entorno inmejorable para superbacterias resistentes a los antibióticos. La Organización Mundial de la Salud ya ha hecho saltar las alarmas al ver la creciente y rápida evolución a nivel mundial de estas superbacterias. El director general del departamento de salud del Reino Unido ha calificado la resistencia a los antibióticos de “amenaza catastrófica” que podría hacer retroceder hasta 200 años la atención sanitaria moderna, y matar a millones de personas en todo el mundo. Expertos afirman que podrían llegar a morir aproximadamente 10 millones de personas cada año a partir de 2050 a causa de esta amenaza. Por ejemplo, enfermedades fácilmente curables como la gonorrea y la neumonía podrían convertirse en intratables, y volveríamos a los ancestrales tiempos en los que una simple infección en un pequeño corte podía significar la muerte.
Y ahora, por primera vez, sabemos que las grandes compañías farmacéuticas como Pfizer están detrás de este desastre de salud. Las ganancias corporativas siempre triunfarán sobre nuestra salud, a menos que informemos a la sociedad de este escándalo y tomemos medidas para cambiar esta crítica situación.
Para ello, la plataforma Sumofus ha promovido una iniciativa para exigir a Pfizer que cese inmediatamente su relación con ese tipo de empresas que están causando esta alarmante situación. Además han creado una página web para donar dinero a favor de esta causa. El objetivo es conseguir 100000 dólares.
La excesiva prescripción de antibióticos y su uso generalizado en las granjas industriales son dos de los causantes conocidos de la resistencia a los antibióticos. Sin embargo, la contaminación generada por la industria farmacéutica, y su correspondiente producción masiva de antibióticos, es un gran culpable que a menudo se pasa por alto. Al verter residuos farmacéuticos a los ríos, estas fábricas generan enormes criaderos de superbacterias. Y éstas son las fábricas que Pfizer, McKesson, Teva y otros gigantes farmacéuticos occidentales están comprando.
Esto no es un problema exclusivo para China o para los clientes de Pfizer. De hecho, actualmente el transporte aéreo moderno conlleva una rápida propagación de enfermedades infecciosas. Las superbacterias infecciosas que se encuentran en los residuos vertidos por estas fábricas contaminantes en China, se introducen rápidamente en los cuerpos de los niños, adultos y ancianos a lo largo y ancho del mundo, con consecuencias fatales.
La razón por la que sucede todo esto es bien simple. Pfizer obtiene mayores beneficios económicos comprando antibióticos baratos, producidos en masa y con procedimientos ambientales y de seguridad inexistentes. Y hasta ahora, nadie lo sabía. Una vez conocido el problema, ya no hay excusas. En Naider también somos ahora un poco más conscientes del problema y nos queremos sumar también a la campaña de sensibilización y denuncia.