2016 fue el año más cálido jamás registrado, y en 2017 las temperaturas y las condiciones climáticas extremas tienen todos los visos de continuar, según ha alertado la Organización Meteorológica Mundial. El organismo ha publicado la declaración de 2016 sobre el Estado del Clima Global, en el que constata que los cambios en un número de factores medioambientales van tan rápido que sobrepasan nuestro entendimiento sobre el sistema del clima.

 

Los expertos del organismo apuntan a que, cada uno de los 16 años desde 2001 ha sido por lo menos 0,4ºC más cálido que la media de 1961-1990. El cambio climático, conjugado con el evento de El Niño, ha llevado al récord de temperatura de 2016. Globalmente, el mar ha aumentado su nivel en 20 cm desde el inicio del siglo XX, sobretodo debido a la expansión térmica de los océanos y el derretimiento de glaciares y capas de hielo. La temperatura de la superficie marina batió un récord en 2016. Mientras el mar aumenta su nivel, el océano ártico se hiela a duras penas en invierno, y la superficie máxima de capa de hielo alcanzada el año pasado fue la menor observada por satélite desde 1979. El 2016 fue asimismo el año más seco que se conoce en la selva amazónica, mientras que las precipitaciones en la época de lluvias en el sur de África fueron entre un 20% y un 60% menores que lo habitual por segundo año consecutivo.

 

Según el presidente de la Organización Meteorológica Mundial Petteri Taalas, el nivel de carbono dióxido en la atmósfera, que bate récords constantemente, hace que la influencia humana sobre el sistema del clima resulte cada vez más evidente. El nivel de CO2 en la atmósfera alcanzó las 400 partes por millón en 2015, y no bajará de esa proporción en varias generaciones debido a la durabilidad del cárbono. Mientras los números aumenten, el problema del cambio climática sobrepasa nuestro entendimiento y control.

 

Es por eso que Taalas considera un hito histórico la entrada en vigor del Acuerdo de París, y subraya la necesidad de que el acuerdo se lleve a la práctica y la comunidad global tome cartas sobre el asunto frenando los gases de efecto invernadero, fomentando la resiliencia climática y convirtiendo la adaptación climática en políticas de desarrollo nacionales.