España: ¿País para start-ups? He vivido la escena en varias ocasiones: acérrimos defensores de este país defienden a ultranza que es un lugar igual de bueno que cualquier otro para emprender, y para innovar; afirman que España es tan buen lugar para emprender como cualquier otro y señalan los (contados) éxitos tecnológicos de España como prueba de ello. Mientras, al otro lado, unos pocos intentamos defender nuestra posición: En España es más difícil crear empresas tecnológicas.
¿Por qué? Son muchas las razones aunque yo señalaría tres que se me antojan especialmente relevantes:
1. Financiación
La creación de empresas de base tecnológica suele venir apoyada en la capacidad de acceder a los instrumentos de financiación adecuada.En particular instrumentos como los business angels o el capital riesgo son cruciales. España está muy retrasada respecto a los países avanzados. Por ejemplo, el volumen de inversiones del capital riesgo en España en 2010 ascendió a 2.900 millones de euros. Mientras, en EEUU, se invirtieron ese año 26.200 millones de dólares. La actividad de inversión de los business angels en España es aún muy incipiente. Este hecho no debe sorprendernosEspaña se dio un atracón con el boom inmobiliario y nuestro sector financiero se enfocó enormemente en los instrumentos que el inmobiliario requiere. Hoy ni hay capital para start-ups ni profesionales que sepan de este tipo de financiación.
2. Universidad
Para la creación de empresas de base tecnológica se necesitan personas altamente cualificadas y extraordinariamente actualizadas en su campo de conocimiento; deben conocer los últimos avances tecnológicos y movimientos empresariales. Desde mi experiencia profesional son muchas las universidades que no actualizan su oferta de conocimiento con la suficiente velocidad. En el ámbito de las Tecnologías de la Información,en el que herramientas, lenguajes y paradigmas experimentan una revolución cada año, este hecho es todavía más crítico. Los graduados acceden al mercado laboral conociendo tecnologías en muchos casos obsoletas, desconociendo absolutamente la escena de innovación y mercado del sector y, en muchos casos ignorando incluso la existencia de herramientas TIC básicas. Por supuesto, existen excepciones, pero no es fácil encontrarlos.
3. Mercado
En un post anterior, explicaba la importancia que desde mi punto de vistatiene la existencia de una demanda temprana suficientemente dinámica, cercana al entorno empresarial del que surge, y que permita una suave difusión de los nuevos productos innovadores que, en una primera fase, puedan fluir en contacto con su mercado más próximo. Todavía sigo pensando que la demanda temprana de productos innovadores en España es débil aunque confieso que soy hoy más optimista respecto a este elemento. Creo ser testigo de una cultura tecnológica en crecimiento y esto favorecerá la generación de innovaciones made in Spain.
Mientras Silicon Valley ya se ha salido de la crisis en España nos quede todavía para rato… El futuro crecimiento económico de España deberá basarse en esta economía del conocimiento, en empresas con una base tecnológica más avanzada, y para que éstas multipliquen su número necesitamos más y mejor financiación, más y mejor preparación de los graduados universitarios y un mercado próximo amigable con la innovación. Si lo consiguiéramos quizá habría más empresas tecnológicas en España y, por supuesto, más empleo y de mayor calidad.