Cualquier actividad que realizamos en Internet tiene su huella medioambiental, una huella que crece con consumos de datos más intensivos como el visionado de series o películas o el gaming online. Todo ello necesita el soporte de centros de datos que consumen una gran cantidad de energía que, de momento, se obtiene mayormente de combustibles fósiles.

Este vídeo de la BBC nos ayuda a ser más conscientes de la huella de carbono de nuestro consumo digital, sin ir más lejos, del consumo energético que supone ver este mismo vídeo.