Esta semana se celebra La Semana Europea de la Movilidad dirigida a sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad. Madrid Central, las Supermanzanas, la Almendra Peatonal de Pontevedra, Vitoria, Paris, Ámsterdam… cada vez son más las ciudades decididas a eliminar los coches y a reconquistar el espacio para el viandante.

Esta tendencia no es casual. Los informes basados en el deterioro de la calidad del aire indican que la contaminación atmosférica provoca la muerte prematura de más de 400.000 personas al año en la Unión Europea, lo que lo convierte en un problema de primer orden. También se ha demostrado que las calles que cuentan con más facilidades para peatones aumentan su valor un 7,5%, y que las personas que tienen la costumbre de andar suelen gastar un 40% más en comercios del barrio.

En esta transición a la ciudad sin coches, la mujer ejerce un papel ejemplar ya que apuestan por el transporte compartido, tienen mayor concienciación medioambiental y planifican mejor sus viajes. El estudio de ClosinGap indica que las mujeres generan un 9% menos de emisiones de CO2 al día que los hombres lo que se traduce un ahorro de 93 millones de € al año en el Estado si los hombre se desplazaran como las mujeres.

A continuación, os dejamos unos casos de mejores prácticas de medidas orientadas a disminuir las emisiones contaminantes de los coches en Europa y una guía low cost para mejorar la movilidad sostenible en los entornos urbanos.

Londres: busca ser la ciudad más ‘caminable’ del mundo. El objetivo para el año 2041, es que el 80% de los desplazamientos en la ciudad se realicen a pie, en bicicleta o transporte público. Se destinarán 2.400 millones de euros para reacondicionar calles y aceras, mejorar la señalización y optimizar la red de transporte público.

Oslo: los gobernantes de la capital noruega han prestado atención a los datos que indican que en las almendras centrales de las ciudades el volumen de coches buscando aparcamiento en un momento dado puede ascender al 30%. ¿Solución del Ayuntamiento de Oslo? Coger algunas de las calles más transitadas y decir adiós a los aparcamientos.

Madrid Central: Es la Zona de Bajas Emisiones de Europa que más contaminación reduce. Gracias a esta medida, se ha conseguido una reducción de un 32% del dióxido de nitrógeno en el aire desde su puesta en marcha.