En Naider hablamos de innovación en la gestión y de nuevas formas de gobernanza basadas en la participación de las personas en la toma de decisiones cuando intentamos renovar el papel de una empresa en crisis para afianzar su aportación de valor y, en definitiva, seguir adelante como proyecto empresarial.
La democracia española, una start-up social aún muy embrionaria en términos históricos, necesita entrar en una “segunda ronda de capitalización” que aporte nueva energía y nuevos valores; reformule algunos de sus productos no competitivos y asiente sobre bases sólidas algunos de los pilares que han de dar cuerpo democrático y social al proyecto.
La abdicación de Juan Carlos I es una oportunidad para dar un paso más en la construcción de un nuevo modelo de Estado. Un nuevo contrato social construido y refrendado por los ciudadanos, únicos depositarios del 100% de las participaciones societarias. Un contrato que asegure el máximo blindaje frente a las tiranías del desempleo y la incultura; incorpore los conceptos de sostenibilidad y responsabilidad ecológica; y establezca unas instituciones representativas, abiertas y trasparentes. Un contrato que empuje la construcción de una Europa más libre, participativa y democrática y que recoja y aliente con naturalidad, como parte del propio proyecto, la energía de muchos vascos y catalanes por construir a su manera sus propios spin-offs. Un proyecto que recupere la confianza del ciudadano en sus instituciones y neutralice las injerencias de grupos de poder.
Una república social y sostenible en la Europa del siglo XXI.