Las alcaldías de París, Madrid, Ciudad de México y Atenas se han comprometido a prohibir la circulación de vehículos diésel en sus urbes en la próxima década, así como a impulsar alternativas sostenibles de movilidad. El compromiso se alcanzó en la cumbre bienal de alcaldes C40: liderando acciones climáticas que tuvo lugar en la capital mexicana.
Tal como recuerda la BBC, en el pasado los gobiernos han promovido el uso de autos diésel, pero recientemente ha ido en aumento la preocupación por su impacto en la contaminación del aire y por su efecto nocivo en la salud de los ciudadanos. Los coches diésel producen, por un lado, partículas en suspensión muy finas – de menos de 2,5 micrones de diámetro – que pueden llegar a los pulmones y al riego sanguíneo. Por otro lado, emiten niveles particularmente altos de dióxido de nitrógeno, lo cual causa o exacerbá problemas respiratorios y cardiovasculares. El dióxido de nitrógeno causó 71.000 muertes prematuras en Europa en 2015, y 4.280 en el estado.
Las cuatro capitales que han alcanzado el acuerdo sobrepasan los límites de contaminación del aire recomendados por la ONU. Además de prohibir los coches diésel en el plazo de ocho años, los ayuntamientos han acordado promover la circulación en bici y a pie, el uso y la extensión del transporte público, así como incentivar los vehículos eléctricos, de hidrógeno e híbridos.