Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que amparaba el “derecho al olvido” de los motores de búsqueda, el buscador de los buscadores, Google ha recibido más 70.000 requerimientos. Los cinco países cuyos ciudadanos han hecho más peticiones son Alemania (12.678), Francia (14.086), Reino Unido (8.497), España (6.176) e Italia (5.934).
El “derecho al olvido” ha supuesto una revolución, y un antes y un después a la hora de garantizar la intimidad y privacidad de los ciudadanos. A la vista de los números, podríamos decir que los usuarios no somos realmente conscientes de la cantidad de datos e información que Google almacena sobre nuestras personas, información con la que además comercia.
El “olvido” de Google debería ser automático, no un mecanismo basado en la petición de la persona y que además por parte de Google se ha convertido en un proceso largo y farragoso ya que sopesan cada petición de manera individual, decidiendo si la información es efectivamente inadecuada, irrelevante, anticuada y excesiva. El poder sobre la información de cada individuo sigue en sus manos.