La huella ambiental de los cruceros infopost

El de los cruceros es uno de los sectores de mayor crecimiento en el turismo de masas. Según datos de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), 24 millones de pasajeros subirán a bordo en 2016, un gran aumento respecto a 2006 (15 millones) y, no digamos, 1980 (1,4 millones). Pero, ¿nos hemos preguntado cuál es la contaminación que genera un gran barco de crucero? Con motivo del primer viaje comercial del mayor crucero de la historía, el Harmony of the Seas, que llegará al puerto de Barcelona desde Southampton el 5 de junio, el diario The Guardian ha reparado en este asunto y los datos son alarmantes.

 

Analistas consultados por The Guardian apuntan a que barcos de este tamaño, verdaderas ciudades flotantes, queman unos 150 toneladas de fuel al día, emitiendo más sulfuro que varios millones de coches, más CO2 que el tráfico de una ciudad de tamaño medio y más partículas que cientos de autobuses urbanos en Londres. Según Bill Hammings, experto en transporte náutico, los cruceros consumen mucha mas energía que los burques portacontenedores, e incluso cuando usan fuel bajo en sulfuro – a lo que están obligados cuando están cerca de la costa -, su contaminación es cien veces peor que el del diesel de carretera. CLIA asegura que el sector está invirtiendo fuertemente en tecnologías que alivien su huella atmósferica, pero según Daniel Rieger, del grupo ambientalista alemán Nabu, un solo crucero emite tantas sustancias contaminantes “como cinco millones de automóviles realizando el mismo trayecto”, ya que utilizan “combustible pesado que sería tratado como residuo peligroso en tierra”.

 

Southampton, la terminal de cruceros con más actividad de Europa, es una de las nueve ciudades del Reino Unido que superan los niveles máximos de contaminación atmosférica recomendados por la OMS, a pesar de que tiene escasa actividad industrial.