8759589098_2557c7b277_n_1En su última asamblea de socios, Innobasque presentó los resultados de su trabajo “Indizea. Euskadiko Berrikuntzaren Indizea“. A pesar de que se trata de una investigación inacabada y, por tanto, seguramente sujeta a modificaciones me voy a permitir un breve análisis y algunas conclusiones de los temas que considero elementos más relevantes.

En primer lugar, se constata claramente y está bien que esto aparezca y se le dé la importancia que merece, que los intangibles son los factores que más han contribuido a la productividad global del País Vasco. La I+D, junto con el diseño, las TICs, el marketing, los cambios organizacionales y la formación son los elementos que mejor explican la eficiencia de nuestro sistema económico y, en consecuencia, su competitividad; de un crecimiento de la productividad anual media de un 1,8% en el País Vasco más de las dos terceras partes se deben a los intangibles.

En segundo lugar, con la crisis, el crecimiento de nuestra productividad ha caído dramáticamente; según los datos presentados un 61,1% desde el período 2004-2007 al período 2008-2010 que mi intuición me dice que sería mucho mayor si extendemos los datos hasta 2013. Esta caída de la productividad está debida a que la Productividad Total de los Factores (PTF) pasa a ser negativa equiparándose el País Vasco a lo ha que ha sido una constante en el conjunto del Estado a lo largo de la última década, que es un claro indicio, según muchos autores, de la debilidad estructural del sistema económico español (ver Matilde Mas y Juan Carlos Robledo del IVIE en Productividad. Una perspectiva internacional y sectorial). En mi opinión, los factores que podrían explicar la “PTF negativa” habría que buscarlos en el exceso de capacidad productiva consecuencia de la fuerte caída de la demanda agregada que han experimentado las empresas vascas con la crisis. (Ver nota explicativa al final)

En tercer lugar, la aportación de los intangibles a la productividad crece en un 33,3% respecto al período pre-crisis y este crecimiento, junto al rotundo cambio que supone la aportación del capital físico (se multiplica por 6 su importancia) y de la calidad de la mano de obra (duplica su importancia) son los que permiten un crecimiento positivo de la productividad total de la economía vasca.

Finalmente, se comprueba que la I+D, junto con el diseño industrial y la propiedad intelectual son elementos clave para explicar la importancia descrita del capital intangible en el País Vasco; el 46% antes de la crisis y más de las dos terceras partes en los años de crisis. Sin embargo, habrá que esperar a los resultados finales del trabajo para conocer la contribución de los diferentes elementos del capital intangible a la productividad, porque la agregación presentada no ayuda a juicios certeros sobre este tema. Además, se precisa una explicación cuidadosa para entender por qué la contribución del software se va a cifras negativas durante la crisis lo que no resulta fácil de entender.

Como síntesis y conclusión final, animar a los autores, colaboradores y patrocinadores de la iniciativa a presentar los resultados definitivos lo antes posible porque trabajos como este son clave, por supuesto, para entender que el esfuerzo inversor en activos intangibles, o lo que más vulgarmente se conoce como I+D+I, explica la positiva evolución y relativa resistencia de la economía vasca ante la crisis financiera internacional. Y más importante, aún son fundamentales, para ayudar a realizar una política industrial diferencial y proactiva.

Nota Explicativa: En la literatura de contabilidad del crecimiento Se conoce como PTF a la parte de los incrementos de producción que no están directamente explicados por los factores tradicionales de capital y trabajo y que tradicionalmente se atribuían al cambio tecnológico y las mejoras de innovación. A medida que la base estadística ha permitido ir incorporando la I+D y otros intangibles en las funciones agregadas de producción, la PTF queda como un residuo en el que se incorporan de modo agregado (unos con signo positivo y otros con signo negativo) shocks macroeconómicos, errores de medida, cambios estructurales y otros conceptos que no están bien recogidos en los datos de la Contabilidad Nacional.

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