Los centros urbanos de algunas de nuestras ciudades han perdido su antigua centralidad económica, comercial y administrativa. El desafío es ser capaces de reinventar estos espacios de forma colectiva, aprovechando su infraestructura existente y su rica historia para transformarlos en motores de desarrollo sostenible y escenarios de innovación, tecnología y colaboración empresarial.
Del mismo modo, los espacios industriales y empresariales construidos en épocas pasadas necesitan adaptarse a las nuevas demandas y tendencias de la industria actual y de las actividades de servicios avanzados. Equipamientos obsoletos, falta de sostenibilidad, baja eficiencia energética y poca atracción para la innovación y el talento son solo algunos de las debilidades que comparten estos lugares.
En ambos casos la regeneración urbana no solo implica la renovación física de edificios y espacios públicos, sino también la reactivación económica, social y medioambiental. Hay que tener visión de largo plazo y compromiso a corto. Es alentador, en ese sentido, ver ejemplos de ciudades cuyos centros urbanos y espacios industriales tradicionales han iniciado procesos exitosos de regeneración multidimensional. Son muchas las localidades han tomado medidas audaces para revitalizar sus áreas urbanas y zonas industriales, convirtiéndolas en modelos de transformación inspiradores.
Un ejemplo cercano es Bilbao y su reconocido proceso de regeneración urbana de las últimas décadas. La transformación del antiguo puerto industrial en el dinámico distrito central de Abando es un claro testimonio de su visión estratégica.
De la misma forma, Barcelona siempre es otra urbe reconocida por su enfoque innovador en la regeneración urbana. El proyecto 22@Barcelona ha transformado un antiguo distrito industrial en un centro neurálgico de la innovación y la tecnología. Mediante la combinación de espacios para empresas emergentes, centros de investigación, viviendas y espacios públicos, la ciudad ha logrado atraer inversiones y generar empleo en sectores de vanguardia como la tecnología y las industrias creativas.
Freiburg, en Alemania, conocida por su compromiso con la sostenibilidad y la energía renovable, es otros ejemplo de ciudad que ha implementado medidas audaces para promover la eficiencia energética en la construcción y el transporte, así como la generación de energía solar. El distrito de Vauban, en particular, es un modelo de desarrollo urbano sostenible, con edificios ecológicos, movilidad compartida y una fuerte participación comunitaria en la planificación y gestión del espacio.
“La regeneración urbana no solo implica la renovación física de edificios y espacios públicos, sino también la reactivación económica, social y medioambiental. Hay que tener visión de largo plazo y compromiso a corto”
Sin salir de Europa, la ciudad de Copenhague, en Dinamarca, se destaca por su enfoque holístico de la transformación urbana. Su distrito de Nordhavn ha sido transformado de un antiguo puerto industrial en un distrito ecológico y centrado en la economía circular. La regeneración de Nordhavn ha atraído empresas de tecnología verde, generando empleo y contribuyendo a la posición de Copenhague como líder en sostenibilidad.
Manchester, el Bilbao británico, es otro excelente ejemplo de cómo una ciudad industrial en declive ha logrado reinventarse y revitalizarse. A medida que la industria manufacturera tradicional disminuyó, la ciudad se enfocó en el desarrollo de sectores como la tecnología, la innovación y las industrias creativas. Mediante la transformación de antiguos almacenes y fábricas en espacios de trabajo modernos, como el famoso distrito Northern Quarter, Manchester ha atraído a empresas emergentes y ha fomentado la colaboración entre empresas y universidades.
Casos todos ellos que demuestran cómo la regeneración urbana y la transformación multidimensional son procesos posibles y pueden generar resultados positivos no sólo a largo plazo. Son experiencias inspiradoras para todas las ciudades y territorios que buscan revitalizar su entorno construido y adaptarse a los desafíos actuales. En NAIDER, estamos comprometidos en compartir estas experiencias exitosas, aportar nuestro conocimiento de aquellas en las que hemos puesto nuestro granito de arena y en ofrecer nuestro apoyo estratégico para impulsar procesos similares en aquellos entornos urbanos e industriales que quieran despojarse de la decadencia de forma decidida y unirse a la aventura de la regeneración.
Somos conscientes de la complejidad de los procesos. Reconocemos la importancia de la colaboración público-privada y la necesidad de modelos de financiamiento innovadores para hacer realidad estas transformaciones urbanas. Pero el caso es que hay fondos europeos esperando proyectos transgresores y también hay instrumentos económico-financieros innovadores que facilitan la implementación de estos proyectos.
A finales de mayo hay elecciones y con ellas emerge una ola de energía positiva para crear ciudad en torno a nuevos liderazgos si cabe más comprometidos. Igual es buen momento para soñar. Lo que está claro es que no hay mejor momento para actuar.
“A finales de mayo hay elecciones y con ellas emerge una ola de energía positiva para crear ciudad en torno a nuevos liderazgos si cabe más comprometidos. Igual es buen momento para soñar. Lo que está claro es que no hay mejor momento para actuar”
Editorial de nuestra publicación de primavera, con ésta y más claves de transición.