Los Living Labs, lejos de ser meros laboratorios de experimentación e innovación, constituyen un nuevo modelo de gobernanza colaborativa entre actores de la cuádruple hélice (administraciones públicas, empresas, academia y ciudadanía). En estos entornos, la co-creación es el pilar fundamental, permitiendo diseñar participativamente políticas y estrategias más ajustadas a la realidad y acelerando la adopción de soluciones frente a los desafíos económicos, sociales y medioambientales actuales.

Uno de los factores clave para amplificar el impacto de los Living Labs es la capacidad de intercambiar aprendizajes y buenas prácticas entre ellos. Este proceso ofrece múltiples beneficios:

  • Evita la duplicación de esfuerzos: Compartir experiencias permite reutilizar metodologías, herramientas y resultados que han funcionado en otros contextos, optimizando recursos y tiempo.
  • Facilita la replicabilidad y escalabilidad: Las iniciativas probadas pueden adaptarse a diferentes territorios, acelerando su implementación.
  • Fomenta la innovación transversal: La interacción entre Living Labs que trabajan en distintas áreas (movilidad, sostenibilidad, salud, digitalización, etc.) genera sinergias y soluciones más integrales.
  • Impulsa el aprendizaje organizativo y la mejora continua: La reflexión conjunta sobre éxitos y fracasos permite ajustar estrategias y mejorar los procesos de co-creación.
  • Fortalece la red de colaboración: Construir alianzas entre Living Labs promueve una inteligencia colectiva que refuerza la capacidad de incidencia y transformación en los territorios.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas, compartir conocimientos entre Living Labs también enfrenta obstáculos:

  • Falta de estructuras formales de cooperación: Sin un marco claro, la colaboración puede depender de iniciativas aisladas sin continuidad.
  • Diferencias en la cultura organizativa: Cada Living Lab trabaja de manera distinta, lo que dificulta la transferencia de conocimiento.
  • Desigualdad en el acceso a financiación: La disparidad de recursos puede generar brechas en la capacidad de innovación y escalabilidad.
  • Dificultades en la replicabilidad: Una solución exitosa en un contexto no siempre es aplicable en otro sin adaptaciones significativas.

En este contexto, Naider desempeña un papel clave como implementador y coordinador de Living Labs en el proyecto SCORE, un ambicioso programa europeo en el que 10 Coastal City Living Labs trabajan conjuntamente para desarrollar soluciones innovadoras que mejoren la resiliencia climática y la sostenibilidad urbana. Una de las principales tareas de Naider, además de diseñar los planes operacionales que guíen su camino, es dinamizar este intercambio de aprendizajes para maximizar sus beneficios y garantizar su aplicación efectiva.

Mapa de Living Labs del proyecto SCORE

Para lograrlo, es fundamental diseñar mecanismos de cooperación estructurados. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Plataformas digitales de conocimiento compartido: Repositorios abiertos donde los Living Labs puedan documentar y difundir sus metodologías, casos de éxito y aprendizajes.
  • Redes y comunidades de práctica: Espacios de interacción continua, donde los distintos laboratorios puedan compartir experiencias en tiempo real, resolver dudas y colaborar en proyectos conjuntos.
  • Encuentros y foros inter-laboratorios: Eventos periódicos que faciliten la transferencia de conocimiento a través de presentaciones, talleres y sesiones de networking.
  • Movilidad y estancias de aprendizaje: Programas que permitan a los equipos de un Living Lab visitar otros laboratorios y experimentar de primera mano sus procesos de co-creación.
  • Proyectos de innovación colaborativa: Iniciativas conjuntas en las que distintos Living Labs trabajen en desafíos comunes, combinando sus capacidades y recursos.

El éxito e impacto de los Living Labs no radica solo en su capacidad de generar soluciones innovadoras, sino también en su habilidad para compartirlas y adaptarlas en distintos contextos. Impulsar redes de intercambio estructuradas y sostenibles permite acelerar la innovación y multiplicar el impacto positivo de estas iniciativas. En un mundo en constante cambio, la colaboración entre Living Labs se convierte en una herramienta esencial para abordar los grandes desafíos urbanos y ambientales, favoreciendo la transición hacia territorios más resilientes y sostenibles.


Ilustración: Steve Johnson