El juguete de moda debe estar respaldado y desarrollado con criterio para no convertirse en un juguete roto

En la era de los datos, los dashboards y observatorios de datos se han convertido en herramientas esenciales para la toma de decisiones. Sin embargo, a menudo nos encontramos con plataformas caducas y proyectos abandonados, como juguetes rotos. Crear un observatorio de datos eficaz no solo implica diseñar gráficos atractivos; exige una estrategia sólida que abarque desde la comprensión del negocio hasta su sostenibilidad en el tiempo. En nuestra expertise hemos identificado seis claves para que un Observatorio sea exitoso:

1/ Definir su propósito: El primer paso para desarrollar un observatorio es entender a fondo el negocio y sus objetivos. Esto incluye responder preguntas clave: ¿Qué se espera lograr con el dashboard? ¿A quién va dirigido? ¿Quién lo gestionará? Estas respuestas definirán las funciones y el propósito del observatorio. No se trata solo de acumular datos, sino de proporcionar valor tangible, ya sea para apoyar decisiones estratégicas, informar al público o facilitar procesos operativos.

2/ Dimensionar el alcance: El observatorio debe ser dimensionado correctamente. Esto implica delimitar los ámbitos que debe cubrir, los productos que generará y los servicios que prestará. ¿Será una herramienta de monitoreo en tiempo real? ¿Generará reportes detallados periódicamente? Definir estos elementos evita la sobrecarga de información irrelevante y garantiza que el dashboard sea útil y manejable.

3/ Trabajar la estructura visual y la navegabilidad: Un buen observatorio combina claridad y funcionalidad, por lo que deben contener menús desplegables, filtros y botones de navegación diseñados para ser comprendidos de manera intuitiva. Además, debe tenerse en cuenta criterios de accesibilidad y botones de ayuda para facilitar a los usuarios la interactuar con la plataforma sin sentirse abrumados. Un diseño limpio y bien estructurado puede marcar la diferencia entre un dashboard que se utiliza y otro que se abandona.

4/ Aprovechar datos externos (con precaución): No es necesario que todos los datos provengan de fuentes internas. La creciente disponibilidad de datos abiertos permite enriquecer los observatorios con información externa. Pero cuidado porque esto requiere especial atención en términos de calidad y gobernanza de los datos para asegurarse de que las fuentes externas sean fiables y sostenibles en el tiempo. De lo contrario, el sistema podría derrumbarse si alguna de las fuentes externa deja de proveer datos.

5/ Sostenibilidad temporal: como decíamos, encontrarse dashboards abandonados es como encontrarse con un juguete roto. Para evitar que esto ocurra un observatorio no debe pensarse para ofrecer una fotografía estática; si no que debería contemplar la actualización y mantenimiento en el tiempo. Esto implicaría dotarlo de ciertos recursos económicos, humanos y tecnológicos, respaldo institucional y un compromiso para garantizar su  continuidad.

6/ Contar con una planificación flexible y abierta a la innovación: El éxito de un observatorio depende de una planificación robusta, pero también flexible. Desde la puesta en marcha hasta el mantenimiento, es necesario establecer hitos y automatizar procesos. Sin embargo, el mundo avanza rápido y las necesidades cambian, por lo que es importante dejar espacio para la innovación y las oportunidades impredecibles. Incorporar herramientas como la inteligencia artificial para análisis avanzados o cálculos dinámicos puede ser clave para mantener la relevancia del observatorio.

En nuestro trabajo de creación de observatorios nos hemos encontrado algunos de ellos que nos han servido de inspiración, como:

Un observatorio de datos bien diseñado no es solo una herramienta tecnológica; es una estrategia que conecta datos con decisiones. Para ello debe estar alineado con los objetivos perseguidos, dimensionado con precisión, estructurado de forma que ayude a la navegación por parte del usuario y sostenido en el tiempo. En un entorno donde los datos son el nuevo petróleo, la clave está en transformar su potencial en valor real, y apostar en generar una plataforma audiovisual y dinámica que impulse la innovación y el conocimiento.


Imagen ilustrativa: Google DeepMind, Unpslash