En Europa más de un tercio (35%) de todas las muertes por enfermedad respiratoria crónica se deben a factores ambientales clave, principalmente la contaminación atmosférica (14%), el frío (11%), o las exposiciones profesionales (8%), según un informe de la Agencia Ambiental Europea.

Esto representa más de 78.000 muertes prematuras que podrían evitarse en gran medida reduciendo la contaminación y abordando la pobreza energética.